Wendy Guerra es un caso patológico. En una época quiso ser como Zaida del Río, en otra como Humberto Castro, después se le metió en la cabeza ser como yo. Tenía hasta un programa de televisión en Cuba, señores, porque ella lo que siempre fue y es una actriz de segunda, en el que el personaje se llamaba Zoé. No paraba de escribirme emailes alabándome como escritora. Cuando su marido cubano de madre francesa venía a Francia, mandaba a pedir mis libros con él. Yo de comemierda se los mandé dedicados. Cuando mi madre se enfermó ella fue a mi casa, no a ver a mi madre, no, a pedirle mis libros y mis sombreros (sin mi consentimiento), los que yo usaba en La Habana, porque se iba a casar y quería llevar sombrero como yo. Además empezó a vestirse con tules y ropa inventada como mismo me las inventaba yo en una época en Cuba. Y es que la gente de allá se piensa que cuando uno se va de Cuba, que cuando uno se exilia, ya se muere, y a cogerse el puesto se ha dicho.
(Otra detenida. Blog Zoé Valdés, octubre 2012)
No comments:
Post a Comment