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Thursday, September 10, 2015

Fermín Gabor vs. Abel Prieto

Aquellos que persigan (como yo) las declaraciones del Ministro de Cultura Abel Prieto han de estar de fiesta con la entrevista que La Jornada de México ha publicado recientemente. Creo que desde la publicación en España de El vuelo del gato, hobby al que el Ministro dedicara sus asuetos como ahora los dedica a pintar, no contábamos con tanto motivo de estupor. 
   El vuelo del gato disfrutaba ya de edición cubana. Letras Cubanas la había impreso dos veces en un año, accidente que no le ha ocurrido a nadie que no sea ministro.  Para promover la edición española el autor no había estado solo: lo acompañaban José María Vitier al piano y Francisco López Sacha como presentador.  Y, sin embargo, lo mejor de esa gira autoral no estuvo, ni en el piano, ni en el ditirambo, ni en el propio libro, sino en las declaraciones ministeriales a la prensa. 
   Molesto quizás por ser tomado menos como autor que como ministro, o incómodo por el encarnizamiento de periodistas menos dóciles que los del Granma o del Juventud Rebelde con quienes acostumbra a lidiar, Abel Prieto se lanzó por el desbarrancadero de unas aseveraciones que aquí resumimos: Heberto Padilla debe su fama a lamentable equivocación cometida por los directivos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y, fuera del escándalo político, es más rollo que película. Guillermo Cabrera Infante, aunque autor de un par de libros importantes, no agrega nada más a la cultura cubana porque está loco. Y las novelas de Zoé Valdés no se publican dentro de Cuba por ser malos productos literarios. (De acuerdo con este último punto, cabría preguntar entonces qué hace en las librerías habaneras ese bodrio último que firma Daniel Chavarría -- Adiós muchachos --, por mucho premio Poe que haya recibido.)
   Según Prieto la política ha inflado a Padilla, vuelto inútil autor a Cabrera Infante y no pesa para nada a la hora de juzgar si la Valdés es o no publicable por editorial de la isla. Y ahora, en entrevista más reciente, el Ministro se considera responsable de la cultura cubana in toto. "Nos sentimos responsables de la totalidad de la cultura cubana, se produzcan las obras donde se produzcan", afirma. Ministro en Cuba y Ministro en el exilio, si acaso la cultura cubana es una sola él la ministerea dondequiera que ésta se halle. Toca a él hacer de psiquiatra soviético frente a Cabrera Infante, de profesor de buenas maneras frente a la Valdés y de balanza de agromercado -sección Carnes- en el caso Padilla. 
   (...)
   Quienes persiguen las declaraciones de Prieto, aquellos a quienes intriga qué pasa por la mente del Ministro, qué hay debajo de la peluca en que se empeña todavía, cuentan (contamos) con suficientes motivos de esperanza.  Pues dentro de muy poco volverá a ser entrevistado y nos dará motivos nuevos de sobresalto. 

(La lengua suelta # 3. La Habana Elegante, segunda época)

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