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Tuesday, February 23, 2021

Juan Abreu vs. Leonardo Padura (6)

(…) Y hablando de palabrería mientras tomo el té una entrevista con Padura una de esas entrevistas complacientes que periodistas que viven en democracia hacen a escritores esbirros que viven bajo dictaduras de izquierda. Si la dictadura es de derecha será otra cosa, si es que lo entrevistan. Padura es un mentiroso y se pasa la vida mintiendo para literaturizar el castrismo (sus crímenes). Y, como es lógico, dice que no hay verdad que la verdad es relativa, cada cual con la suya y ¡viva Fidel! Pero. A ver, Padura. Si un negro te la mete por el culo (no digo que lo haya hecho, no sé lo que te gusta hacer con tu culo, Padura), no hay verdad alternativa la verdad única e inapelable es que un negro te la metió por el culo. La verdad es la verdad. Y yo me alegraría por tí si te la mete un negro, por cierto. No sólo por lo que disfrutarías, también porque va y te la mete el negro y descubres la verdad: que vives bajo una oprobiosa dictadura. No hay verdades relativas o alternativas, Padura.

   Dos páginas de entrevista con dos fotografías de Padura en una de ellas Padura posa de frente exhibiendo toda su vulgaridad física y en otra está Padura de espaldas mostrando su culo caído y contempla Padura su barrio del que habla como si fuese el paraíso cuando no es más, a la vista está, que una especie de cochiquera, un basurero inmenso que se extiende hasta el horizonte. Se pasa Padura la entrevista lloriqueando gruesos lagrimones tribales y agitando la basura de la pertenencia ¡ay la tierrita, mi vino es amargo pero es mi vino! Mierda. Pertenecerás tú Padura a esa isla basurero esclavizada e infecta. Yo soy un hombre libre en el paisaje del mundo. Y si te cabe (¿cómo saberlo?) métete en el culo la isla. Y otra cosa, ya los escritores exiliados escribimos del exilio. Y lo hacemos muy bien. Tú concéntrate en seguir revolviendo la hediondez cultural y política cubana para que alcance ese tono folklórico costumbrista tan conveniente a los criminales, y tan Padura.

(Blog Emanaciones, diciembre 2020)

Monday, February 15, 2021

Isbel González vs. Antonio Rodríguez Salvador

Este es el mismo Chochito que hace unos años, cuando yo estaba aún en Cuba, Juanelo, un historiador de Sancti Spíritus, flaco y con muchísimos años, lo hizo correr una cuadra frente a cultura provincial. El mismo Chochito que, unos días después de aquella estampida, me llamó a mí, que recién empezaba en ese mundillo literario, para un local de la Uneac y me pidió, con tremendo misterio, si le podía esconder unos linchacos de taekwondo en mi mochila para si lo revisaban, me dijo que para fajarse con Juanelo. Y yo le pregunté que si para fajarse con Juanelo le hacía falta esa mierda. Ese es el mismo Chochito que la penúltima vez que fui a Cuba y que alguien comentó que yo pensaba pasar por el taller literario provincial a saludar a las amistades, dijo, según me contaron varios, que se iba a fajar conmigo porque yo lo había ofendido, y que, según me contaron, se fumó una cajetilla de cigarros, uno detrás del otro esa mañana, no esperó la hora de almuerzo del taller y se fue temprano para su casa. Estos son los guapos de turno, los intelectualoides al servicio del sistema. Una partida de ratas amparadas en los órganos represivos que ellos defienden. Y no lo digo en ton de guapería, que con estos seres cobardes y oscuros sería ridículo y por, sobre todo, yo, a diferencia de ellos, no considero que esa guapería de barrio sea motivo de orgullo, yo encuentro mil veces más orgullo en la vergüenza y la honestidad.

(Publicado en Facebook, enero 2021)

Monday, February 8, 2021

Cintio Vitier sobre Jorge Mañach

Mañach publicó un artículo en el Diario de la Marina que era irónico, sobre la valoración de la poesía de Lezama, y por lo tanto, de todo el grupo y toda la obra de la revista; no puedo decir que fuera un ataque burdo, era una apreciación en la cual se reconocían determinados valores, pero al mismo tiempo se ponía en tela de juicio la orientación misma de todo aquello, y en una forma elegante se ironizaba sobre esa poesía y esa obra que estábamos haciendo desde hacía años en torno a Lezama. Creo yo que Lezama le respondió muy bien, en Bohemia, y Mañach le ripostó; yo entré en la polémica, porque hacía alusiones a mí también, a todo el grupo; resultó que nosotros, que nunca habíamos polemizado con nadie, porque una de sus características fue esa, en la revista no hay polémicas con nadie, pero en este caso hubo que polemizar con Mañach, cosa que por otra parte era una especie de deporte nacional entonces, todo el mundo polemizaba con Mañach. Yo recuerdo que Mañach, en un artículo, no sé a propósito de qué, dijo que “tal cosa podían comprenderla hasta los barberos”, y al otro día, o a los dos o tres días apareció una carta de un barbero diciendo que por qué hasta los barberos; él tenía el arte de despertar la polémica en todo el mundo, hasta en los barberos. Pues también nosotros tuvimos que polemizar con Mañach; pero no es el caso específico de Mañach, sino fue un síntoma; él fue portavoz, diríamos, de una especie de irritación que había en torno a este grupo y a esta revista.

(Entrevista con Orlando Castellanos, en Más palabras grabadas, 2008)

Thursday, February 4, 2021

Alberto Méndez Castelló vs. la UNEAC

Hoy, en Cuba, un integrante honesto de la UNEAC debía preguntar como en su momento se preguntó el doctor Entralgo: “¿contra quién volverá esas armas el ejército?” Y, añadir otra pregunta: ¿Por qué los militares no se dedican a otra cosa en lugar de manejar cadenas de tiendas dolarizadas, hoteles, granjas y toda suerte de negocios que nada tienen que ver con los militares?

   En el discurso del 18 de agosto de 1961, previo a la constitución de la UNEAC, el entonces designado presidente Dorticós dijo acerca de artistas y escritores: “debemos condenar algunas tendencias que a veces terminan en círculos literarios y artísticos, de desdén hacia la cultura política”.

   A decir de Dorticós Torrado, el “desdén hacia la cultura política” de la mayoría de los integrantes de la UNEAC, a 59 años de su fundación es inconmensurablemente mayor que en 1961. Fuera de Cuba es de uso corriente escuchar a artistas cubanos atados a lazos en la Isla, decir que lo suyo es el arte y no la política. Y dentro de Cuba, lo usual entre los adscriptos a la UNEAC son los “asalariados dóciles al pensamiento oficial”, los “becarios” que viven “al amparo del presupuesto (estatal o empresarial) ejerciendo una libertad entre comillas”. Las frases y palabras entrecomilladas son del Che Guevara.

   Ezra Pound dijo que “los artistas son las antenas de la raza; los escritores de un país son voltímetros y manómetros de la vida intelectual de la nación. Son los instrumentos registradores, y si falsifican sus informes no hay límites al daño que pueden causar. El mal arte es un arte inexacto. Es arte que rinde informes falsos”.

   Y quizás por las malas artes del arte inexacto por más de medio siglo rindiendo informes falsos, hoy Cuba es un país de viejos; un país de donde nuestros hijos se fueron o de donde pretenden irse, porque, según dicen, a Cuba se le quiere más y mejor desde lejos.

(UNEAC: 59 años en el laberinto del castrismo. Cubanet, Agosto 2020)