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Friday, May 31, 2013

Félix Luis Viera vs. Rafael Hernández

Dicen que cuando las dictaduras están terminando, sus amanuenses comienzan a perder el contacto con la realidad, alucinan, o bien se unen con fuerza antes no vista, infamia mediante, en el intento baldío de evitar los estertores. Ya sabemos que estos amanuenses son personas que, sin en esta labor para sus regentes, no valdrían nada. De modo que mentir, según los dictados que les hagan copiar, no es cuestión que les quite el sueño. Ellos, mientras les paguen, se consuelan diciéndose que alguien tiene que hacer el trabajo sucio.

(La infamia de Rafael Hernández, Cubaencuentro, marzo 2013)

Thursday, May 30, 2013

José Álvarez Baragaño vs. José Lezama Lima

Así es, Lezama, poéticamente, representa la impotencia, porque la oscuridad sólo sirve para transmitir ideas oscuras; Lezama no transmite nada, su escritura es un esfuerzo que termina en fatiga inútil para el escritor y el lector. Lezama es un impotente verbal que no ha comprendido nunca la esencia del lenguaje.

(Orígenes: una impostura, Diario Revolución, marzo 1959)

Wednesday, May 29, 2013

Ernesto Hernández Busto vs. Rogelio Saunders

Todos estos comentarios no tienen por qué ser analizados con las toscas herramientas de una "ciencia de la cultura". Tal vez esa disciplina es la que te ha llevado a descubrir que toda cultura es esencialmente mestiza, cosa que no cuestiono. Pero de ahí a afirmar que el mestizaje es la única manera de entender la cultura va un buen trecho. Para mí la cultura es también la preservación de una serie de valores que el mestizaje pone en peligro. Así piensan también muchos judíos, a los que tú pones en la fila de los mestizos y "centrakas" hijos de Globalilandia, con gran horror de la grey de rabinos. Casi nada en la cultura tiene un signo unívoco: ni el multiculturalismo puede demostrar que el mestizaje es una virtud cultural per se, ni las numerosas filosofías de la Otredad conseguirán borrar el afán de la Cultura por decir siempre lo Mismo.
   Si tú prefieres ignorar numerosas afirmaciones de Lezama para concentrarte en la manera en la que colocó "una palabra detrás de otra", es que ya has entrado por esa "ciega puerta de la esclavitud ideológica" que me pronosticabas. Ya no querrás que te recuerden algunas cosas de Lezama. Déjame a mí pensar en su grandeza desde otro tipo de preguntas, que evitan esas molestas "zonas de silencio". De lo contrario, convertirás tu modus ponens en modus tollens, una manera de tomar el rábano de la discusión por las hojas y descalificar lo que no entra en el estrecho recinto de tus preferencias.

(¿’Modus ponens’ o ‘modus tollens’?, Cubaencuentro, marzo 2001)

Tuesday, May 28, 2013

Néstor Díaz de Villegas sobre Omar Pérez

Muchos años más tarde, mientras participaba en un congreso de escritores, coincidí con el hijo oculto del fauno en un hotel de Graz. Le pedí entrada a su habitación pestilente. La cabra tira al monte. Delante de mí apareció el vástago de Pan –pánico viene de allí– con las grandes legañas de la meditación trascendental petrificadas en los ojos. Olía a berrenchín de chivo. Sobre el cuello alto de una guerrera verdeolivo caían las greñas de la última fotografía en Bolivia. El hedor agridulce era de sobaco y sicote. Los dientes manchados de nicotina asomaron entre las hebras de la barba.
   Me mostró un folleto de tapas rojas escrito con tinta oscura, Lingua franca, en un dialecto políglota que incluía el inglés, el holandés y el italiano: la siringa de un judío errante, tricontinental. Jugueteó con su pasaporte cubano, y quiso entregármelo, para él no significaba nada, era el mismo que yo había perdido. Miró mi permiso americano de reentry, el de los sin patria –pero sin amo, en mi tumba un ramo, blah, blah–, color aqua, el color de Miami Vice.
   Le pregunté, acodado al mostrador de un Biergarten: “¿Cómo fue para ti descubrir esa verdad?”. Debí decir “la Verdad”. Fue devastador, me confió. Sopló la espuma del jarro. Devastador, sí. Casi me caigo del mundo. Movió el dedo en círculo alrededor de una oreja muenga, a la holandesa. Está en todas partes, le dije. Sí, está en todas partes, admitió, es imposible desentenderse de él. Te mira, te sigue, desde las vidrieras, desde las esferas, desde los tatuajes. Omnisciente. Omnipresente. Pantocrátor. Es una especie de maldición ser reos suyos, ¿no? Aún peor, arguyó, es ser su hijo.
   El extraño que entró en nuestras vidas de noche, el que abandonaba patrias sin despedirse, cargando pasaportes falsos. Siento una satisfacción enfermiza en haberme codeado contigo, le dije. En codearme por fin con el primer Hombre, mon semblable, mon frère. Y en un tono sacrílego: el que lleva en su carne la culpa de todos. Olía a maraña, a grajo, a chivo viejo. Cargo, le dije, con el pecado original del que hablaba tu padre, como se carga un bacalao a cuestas. “Toma”, insistió antes de marcharse, empujando el librito rojo, su diario. “Un tomo, para ti”.

(El hijo perdido, Blog Penúltimos Días, enero 2007)

Monday, May 27, 2013

Cintio Vitier vs. “La isla en peso” de Virgilio Piñera

Como ves, mi soliloquio no resulta menos confuso e incoherente que nuestra súbita discusión —apagada en el momento en que yo decía: “sólo hay formas”, frase que se me quedó sin intención entre las manos, emergiendo entonces, como al fin de toda oleada mental o efusiva, las formas sombrías de esos enormes objetos, húmedos aún del caos, que estaban invisiblemente vigilándonos. Y este recuerdo a su vez me recuerda por la misma razón que hace vibrar la octava más alta de cualquier sonido— que lo único que sí no puedo compartir de tu poema es la descripción general, de una isla —¿en qué siempre lejanísimo trópico? — donde yo nunca he vivido ni quiero vivir. Porque mi patria, la que está formándose y yo estoy formando en mi medida, nada tiene que ver con esa pestilente roca de que hablas. Y no es que no haya pestilencia y mediodías como un ojo imbécil aquí, ni que yo deje de comprender que lo que nos falta para parecernos a la Guayana o a la Martinica (si es que son tan infernales, o, pero, como sugieres, sólo fango) lo añade tu necesaria fantasía, tu desenfrenada vocación de cáncer —ya que en última instancia no hay lección que no sea vocativa—, tu pasta, en fin, de persona infausta; no es que ignore tampoco los prodigiosos, definitivos aciertos que ha bañado tu tinta: es que, yendo derechamente al grano, lo folklórico sólo tiene peso y vida en el folklore (usufructo bien ganado por Guillén), y el folklore en los países nuevos, al revés que en los maduros, es lo más superficial (evidencia que no sé cómo no han asimilado los nativistas que se apoyan en ejemplos europeos); de modo que, desde mi punto de vista, huelgan todos esos elementos sociales y sociológicos, constitutivamente intrascendibles, en un intento como el tuyo, ¿a qué gastar fuerzas contra lo que no tiene fuerza alguna, desluciendo el gran impulso de expresión con esos trofeos estériles?
   El error de tu poema (de este poema; no, por ejemplo de “La destrucción del Danzante”, página extraordinaria) es, claro está, tu propio error. Hay que ir, en poética como en teología, de las realidades a la realidad. Y entonces, regresar. El amor de lo perecedero constituye para mí la sustancia de la aptitud artística, pero ese amor sólo puede tener un sentido, el de la resurrección. No vamos a convertir la poesía en un positivismo sonámbulo y carnavalesco. Tu esfuerzo magistral demuestra que el detenerse en las realidades, esa especie de suspensión del juicio poético, ese ateísmo en vacaciones por la imaginación cósmica, lastra la mejor calidad contemplativa con su peso muerto, insalvable. ¿Qué les falta a tu poema, sino esa llama tácita o atmosférica que debe encender la voz humana, y tal es su oficio, en las realidades más opacas? La imagen traspasada de talento es una cosa tristísima si no se la emplea para que algo resucite. Lo que nace sin resurrección es un aborto.

(Virgilio Piñera, de vuelta y vuelta. Correspondencia 1932-1978, Ediciones Unión 2011)

Friday, May 24, 2013

Lisandro Otero vs. Enrico Mario Santí y Encuentro

Veo, con sorpresa, que en el número 16/17 de la revista que diriges aparece publicado un panfleto, del señor Santí, en el cual repite las calumnias que tradicionalmente la contrarrevolución más iracunda y extremista ha vertido sobre mí. Con un lenguaje propio de la superada Guerra Fría, con un odio vehemente que recuerda las duras contradicciones de los años sesenta, ese texto no constituye una pieza de crítica literaria sobre mi reciente libro de memorias, sino es una antología de maledicencias, tergiversaciones, infamias y mendacidades que durante algún tiempo la obsesión de algunos fanáticos ha difundido.
   Pudiera aclarar, punto por punto, las imputaciones y demostrar que constituyen imposturas, pero esta agresión no merece el esfuerzo.
   Ese texto forma parte de la nueva campaña y ha sido distribuido profusamente, con una ansiedad propia de iniciativas más dignas. Sé que publicaciones prestigiosas lo han rechazado. Creo que demerita a Encuentro prestarse a esta maniobra del resentimiento y me pregunto qué razones pueden haberte inducido a sumarte a este propósito.

(Carta a Jesús Díaz, Encuentro de la cultura cubana, No. 18, 2000)

Thursday, May 23, 2013

José María Chacón y Calvo vs. “El Príncipe Jardinero y Fingido Cloridano”, de Fray José Rodríguez (sic)

Se ve por la acción que es un drama pseudorromántico. Torneos, lances caballerescos, disfraces, idilios, etc, todos los caracteres del falso romanticismo están ahí. Como obra dramática no vale absolutamente nada. Es meramente un dato histórico. En cambio tienen cierto valor poético algunos de los versos. Son francamente líricos y revelan en su autor un frecuente trato con Calderón.

(Ensayos de literatura cubana, Madrid, 1922)

Wednesday, May 22, 2013

Roberto Luque Escalona vs. Norberto Fuentes

Los demás, los que se quedaban para aplaudir y apoyar, una mayoría abrumadora en número, exigua en talento, se agotaban en la búsqueda de lo positivo, lo optimista, lo "revolucionario", tratando desesperadamente de complacer al Che Guevara (lo cual era difícil) y a Fidel Castro (totalmente imposible). Ello produjo unos niveles de abyección que me resulta difícil exponer. Sin embargo, lo intentaré. ¿Recuerdan a Plácido y a Zenea, los escritores fusilados? Cien años después de Zenea tuvimos a Norberto Fuentes, el escritor fusilador. Según cuenta en su libro Cazabandidos, participó en el fusilamiento de un alzado cuando era corresponsal de guerra en el Escambray.

(El silencio de los carneros, La Nueva Cuba, junio 2006)

Tuesday, May 21, 2013

Fausto Masó vs. Jorge Mañach

Mañach siempre se ha quedado a medias. Ha podido serlo todo en Cuba y no ha sido en definitiva casi nada. Su conducta política es irresponsable, pero a cada hombre se le debe juzgar según lo que ha pretendido ser. Mañach y los hombres de su momento hablaron de la Alta Cultura y no la hicieron. No creyeron en el pueblo, y han quedado retrasados. Pertenecen al pasado, no al presente.

(Revolución, mayo 1959, Citado por Carlos Espinosa en Polemiza, que algo queda, Cubaencuentro)

Monday, May 20, 2013

Facultad de Humanidades, Universidad de La Habana vs. “Esta tarde se pone el sol”, de Daniel Iglesias Kennedy

Por Cuanto: Con las pruebas practicadas en el expediente disciplinario seguido contra el alumno Iglesias Kennedy, analizadas en su conjunto, ha quedado comprobado que dicho alumno, desde su ingreso en la Facultad de Humanidades, ha mantenido una conducta social inaceptable para graduarse en la carrera que cursa en dicha Facultad, y aunque ha obtenido resultados docentes satisfactorios, sus relaciones con los demás alumnos en la esfera de las tareas sociales y políticas no han resultado igualmente satisfactorias, sino por el contrario, caracterizadas por una serie de incidentes y malas actitudes, tales como su hipercriticismo con relación a la Revolución, chistes y expresiones no revolucionarias, resistencia a aceptar las críticas de sus compañeros y dirigentes de las organizaciones de masas estudiantiles, agresividad ante los planteamientos que se le formulan ante sus malas actitudes, mal comportamiento en las tareas productivas, habiendo resultado infructuosos todos los esfuerzos realizados, tanto por sus compañeros estudiantes como por las autoridades universitarias, a la finalidad de que dicho alumno superara sus debilidades ideológicas y rectificara su conducta incorrecta.
   Por Cuanto: La novela escrita por el alumno Iglesias Kennedy titulada Esta tarde se pone el sol, para su presentación al concurso de la Casa de las Américas es, por sí misma, una prueba de las debilidades ideológicas de su autor y de la participación de éste en actividades antisociales desarrolladas por elementos disolutos en contubernio con agentes extranjeros, pues en dicha novela se recogen aspectos autobiográficos que reflejan esa participación en tales acciones; pudiendo concluirse que la referida novela está en contradicción con los principios establecidos por el Congreso de Educación y Cultura y con la moral comunista.

(Citado por el autor en Comportamientos adecuados, Revista Hispano Cubana, No. 6, 2000)

Friday, May 17, 2013

Enrique del Risco vs. “El vuelo del gato”, de Abel Prieto

No digo que la novela sea absolutamente abominable. Al menos no para todos. Habrá a quien le guste, siempre que cumpla con una condición: no habérsela leído. Lo que quiero decir aquí es que escribir novelas mortalmente ridículas y aburridas no es un delito. Si acaso, una mala costumbre. Así que si el ministro no se opuso a publicar su novela, debiera por esa misma razón dejar que se publiquen libros que él insiste en considerar malos (algo que no le discutiré porque es evidente que de libros malos sabe muchísimo).
   Ministro: no sea tan exquisito. Deje que la gente decida lo que quiere leer y lo que no, incluso si se trata de historias tan irreales que sugieran que el gobierno del que usted forma parte no es bueno ni para dirigir un puesto de viandas. O sobre todo para eso. No tenga miedo a la libre competencia. Estoy seguro que por mucho tiempo su firma en los permisos de salida seguirá siendo un bestseller.

(Retrato del ministro adolescente, Cubaencuentro, Oct. 2005)

Thursday, May 16, 2013

Ciriaco Sos vs. Julián del Casal

Lirios de carne, moscas y gusanos,
Férreas callosidades refulgentes,
De alabastro bañeras impudentes
Y de alas blancas los rumores vanos;
Hedor de las tinieblas, oceanos
De negruras azules esplendentes,
Purpurina langosta en los ardientes
Y poblados desiertos africanos;
Lloro de un Dios que sufre el ostracismo,
Perlas, zafiros, ópalos, diamantes,
Aloe, mirra, incienso, cinamomo,
Náuseas, odios, vergüenzas, nihilismo,
Cieno, vívoras, pus, buitres rampantes,
Onix, pórfido, nácar, mármol, plomo…
—¡Basta! No más…¡Excelsa poesía!
¿Y hay seres envidiosos ó ignorantes
Que mordiscan tu fama todavía?

(Citado en Julián del Casal ó Un falsario de la rima, Habana 1893)

Wednesday, May 15, 2013

René Cifuentes vs. Lourdes Casal

¿Qué tipo de homenaje, qué homenaje, se puede hacer sobre Lourdes Casals? ¿Dónde está la obra de esta supuesta escritora?
   El periódico Granma, que no escatima elogios a sus siervos, lo único que pudo decir de Lourdes es que fue “la fundadora de la revista Areíto, la forjadora de la Brigada Antonio Maceo y que HABIA MUERTO EN CUBA " ... Al parecer son tan pocos los cubanos que desean ya morir en la Isla de Fidel Castro que quien lo hace merece hasta un homenaje .
(…)
   ¿No cree que es inmoral hacerle un homenaje a Lourdes Casals, que no tiene obra alguna, cuando aquí está una Lydia Cabrera, un Labrador Ruiz, un Lino Novás Calvo, un Eugenio Florit que son los padres de la literatura cubana, por solo mencionar a los mayores? La imbecilidad no cabe en los predios universitarios. En cuanto a la malignidad, ya es hora de ajustarle cuenta .

(Dudoso homenaje, Revista Mariel #1, 1983)

Tuesday, May 14, 2013

Luis Rogelio Nogueras vs. Roberto Fernández Retamar

Caminante, aquí yace Roberto;
desde luego, Fernández Retamar;
caminante, ¿por qué temes pasar?
Te juro por mi madre que está muerto.

(Citado por Jesús Díaz en El fin de otra ilusión, Encuentro de la cultura cubana, Nos. 16/17, 2000)

Monday, May 13, 2013

Rogelio Saunders vs. Ernesto Hernández Busto

Pero, ¿cómo advertir a quien ha hecho ya, del “problema de la raza” en tanto “eje vertebrador” de la cultura, nada menos que el Tema de su vida? Qué final para los ex hombres nuevos, amasados por el meccanum febricitante del totalitarismo. No creo que les quepa el nombre, harto digno intelectualmente, de “hijos atónitos de Mañach”, que les dio Rolando Sánchez Mejías, sino más bien el epíteto, más vulgar e intrascendente, de huérfanos desempleados del socialismo real, que ahora tratan de reciclarse bajo la máscara de un supuestamente necesario “debate acerca de la raza”, para hacer pasar como legítimas sus carencias y sus impresentables fobias.

(Antes del debate: [del 'modus ponens' como fundamento de la cultura], Cubaencuentro, marzo 2001)

Friday, May 10, 2013

Eliades Acosta Matos vs. “Un fogonazo”, de Virgilio Piñera

¿Por qué tenemos que aceptar tácticamente, como algo normal y lógico que un escritor cubano, genial y bien preparado como lo fue indudablemente Piñera, viviendo hasta su muerte inmerso en la inmensa manera de un hecho histórico y cultural sin precedentes en la historia de su país como lo es la Revolución Cubana, haya hecho cuentos tan asépticos y descontextualizados como los de Un fogonazo? ¿En nombre de qué supuesta libertad de expresión o de creación puede un intelectual aislarse de un mundo en ebullición que diariamente golpea a su puerta clamando también por su aporte en su eterna lucha por la perfección? ¿Puede aceptarse como lógica la autocondena de Piñera al ostracismo, el autoexilio al mundo de la fabulación, suponiendo incluso que no hayan podido ser aceptadas sus propuestas estéticas, en una coyuntura política muy concreta y por todos conocidas?

(Un fogonazo contra “un fogonazo”, Revista Perfil de Santiago, 1988)

Thursday, May 9, 2013

Roberto González Echevarría vs. literatura de la diáspora (Cristina García, José Kozer)

Lamento decir que de la llamada «diáspora», en español o inglés, no he leído nada que merezca figurar en una antología exigente, aunque la producción es copiosa y ha sido objeto de estudios sustanciosos por parte de William Luis e Isabel Álvarez Borland. No sé por qué no ha dado esa tradición diaspórica todavía a un Villaverde o a un Joseph Conrad; tal vez la obsesión del tema cubano, el cambio de idioma o la lejanía del español, no han permitido obras de gran aliento. Ni Cristina García ni José Kozer, por ejemplo, me parecen escritores de nivel. Si se me preguntara, cañón en la sien, cuál es el mejor de los mencionados en la era post 1959, diría que Arenas fue el más talentoso, a pesar, o tal vez por haber sido un hombre tan poco instruido —tan, en una palabra, inculto—.

(Oye mi son: el canon cubano, Encuentro de la cultura cubana, No. 33, 2004)

Wednesday, May 8, 2013

Jesús Díaz vs. Ana María Simo, El Puente y José Mario

Me voy a referir brevemente a los elogiosos comentarios que graciosamente Ana María Simo dedica a mis supuestas habilidades verbales: es la vieja técnica de gritar: ¡Al ladrón! Me interesa también otra cosa; en su artículo hay una buena cantidad de alusiones equívocas. Por ejemplo, dice “porque no es lo mismo hacer una labor como aquella, que ser un burócrata de la cultura, como no es igual hacer la reflexión generacional en plena Crisis de Octubre que realizarla en la relativa comodidad del año 1966”. ¿Es que Ana María piensa que soy un burócrata de la cultura? Si lo piensa, ¿por qué no lo deja claro? Si no, ¿a qué viene esa frase? La técnica empleada en un artículo plagado de insinuaciones, que van creando insensiblemente en la mente del lector la imagen de un burócrata de la cultura, jefe de una de las camarillas literarias que asolan nuestro país y que se mantuvo escondido en las aulas universitarias hasta hacerse una especie de representante oficial del poder ante los problemas de la cultura joven, ¿se debe a Life, o lo aprendió leyéndome? En todo caso me ha superado, porque cuando pensé, como pienso, que El Puente fue “empollado”, lo dije claro. Es cierto que durante la Crisis de Octubre no pude entregarme al peligro de una profunda reflexión generacional: estaba dirigiendo una batería de cañones antiaéreos. Siento que esto suene mal, que suene pedante, que hasta suene “dogmático” en boca de un escritor, Ana María recordó la Crisis de Octubre, yo también. Luego me usa de dogmático tecnificado y letal. Sería bueno que les preguntara a los defensores del Indio Naborí o de los manuales de marxismo si existe un pensamiento dogmático-terrorista, existe también un pensamiento histérico-liberalista. Son primeros, ninguno discute ideas, ambos acusan. Y si se entiende como dogmatismo luchar contra las posiciones ideológicas que, independientemente de la opinión de quienes ¿codirigían?, se impuso en la editorial hasta el extremo de la disolución Ginsberg y desde 1962, cuélgueseme el sambenito.
   Al final Ana María, cuya “actuación escrita” en este proceso me recuerda por antítesis la actuación de otra María, Schell en la película El último puente, me libera de un temor: El Puente está vivo dice que en las publicaciones universitarias. Por más que he revisado las revistas de nuestras universidades, no he podido hallar la prueba, pero... me hace falta creer en Ana María. Sería bastante triste ser conocido como el asesino de un muerto.
(…)
   Para decirlo todo en junto: El Puente era dirigido por un grupo. En ese grupo (independientemente de las buenas intenciones con las que está empedrado un camino conocido) se impuso siempre la línea personal y la actitud disoluta y negativa de José Mario Rodríguez, pródigo ¿poeta? que logró publicar La conquista, De la espera y el silencio, Clamor agudo, A través, 15 obras para niños, La torcida raíz de tanto daño y Muerte del amor por la soledad, en menos de cuatro años; una fertilidad digna de Lope o del Indio Naborí. Todos los libros fueron editados por El Puente a pesar de que “la mayoría de nosotros no pensó nunca en utilizar indefinidamente las Ediciones para autoexpresarse”. “La mayoría de nosotros”..., es decir, el resto del grupo, permitió, en aras de no sé qué mítica amistad, esos hechos. Como permitió y apañó toda la errónea evolución política de la Editorial. ¿Dónde reside la corresponsabilidad de Ana María Simo? Evidentemente es corresponsabilidad en el error, el silencio y la debilidad ideológica, ya que no pudo serlo en la dirección efectiva de la Editorial.

(Respuesta a Ana María Simo,  La Gaceta de Cuba, No. 52, 1966)

Tuesday, May 7, 2013

Leopoldo Ávila vs. Guillermo Cabrera Infante

Caín —el hombre que fue Lunes— de león pelado del arte supuestamente revolucionario se ha convertido en gato del imperialismo. Auqnue se retrata como víctima del sectarismo —“del stalinismo” dice él— a la larga nada más parecido al liberalismo de sus manifestaciones, nada más coincidente con sus puntos de vista que los que hemos oído defender a algún escritor bien atacado de microfacción. Y es que microfacción y contrarrevolución son la misma cosa. Y tal vez, Caín, a pesar de su irrelevancia, por un complejo de causas, le ha hecho un daño a nuestra cultura de que aún muchos no se han despejado. Fue este Mr. Kein el primero en abrir el cauce al individualismo, la vanidad, la superficialidad y la extravagancia en el arte. Contaminó con sus tonterías a más de un trepador que aún sigue dando guerra. Pero es útil analizar este caso y observar cómo siempre actitudes como las suyas terminan en el basurero de la contrarrevolución.

(Las respuestas de Caín. Verde Olivo, noviembre 1968)

Monday, May 6, 2013

José Jacinto Milanés vs. ¿Plácido?

¡Torpe!... que a su pensamiento
Siendo libre como el viento
Por alto don,
Le corta el ala, le oculta,
¡y en la cárcel le sepulta
Del corazón!
Y ¿qué es mirar a este vate
Ser escabel del magnate
Cuando el festín,
Cantar sin rubor ni seso,
y disputar algún hueso
Con el mastín?

(El poeta envilecido, El Plantel, 1838)

Friday, May 3, 2013

Reinaldo Arenas vs. Alejo Carpentier

En realidad, Alejo Carpentier fue más bien un turista de la Revolución cubana y un hábil funcionario del castrismo. Era fiel, pero desde lejos, y disfrutando de una buena renumeración. Cómoda posición que le evitaba padecer las vicisitudes del pueblo cubano y a la vez lo investía de una aureola de hombre progresista. Carpentier era ese arquetipo de lo que podría llamarse el comunista de lujo (como García Márquez y muchos más). Lúcidos cronistas, gente a veces brillante que trafica elegantemente con la carroña, pero a distancia. Ellos están guarecidos en una cómoda teoría que les rinde grandes beneficios; pero astutamente también están lejos de las calamidades que la práctica de esas teorías implica.

(citado en la red, s/f)

Thursday, May 2, 2013

Francis Sánchez sobre “la baja cultura”

Si jugáramos a otra cosa que no fuera la ingenuidad y el miedo a cogernos la manito de escribir con la puerta, temeríamos algo peor que estos "crímenes" intelectuales, estos "verdugos" gremiales, jugaríamos a ser menos "intelectuales de farándula", esta versión carnavalesca del "artista de capilla", pues en esa otra dirección es como me imagino que debió continuar en serio el juego de aquella línea ascensional de lo mejor de la intelectualidad cubana del siglo XIX, con Martí a la cabeza, y no menos cívica, comprometida y abierta en el XX, con Varona, Fernando Ortiz, Mañach, Villena y tantos.
   Para esa tradición que nos juzga desde los genes, los acicates, los problemas culturales siempre estuvieron en el pellejo de todos los cubanos. Es patético este circuito cerrado que hemos aceptado como el nicho ecológico donde debemos vivir y desarrollarnos en lo literario y extraliterario, sin cámara de ecos posible, al margen de los tantos y tan cruciales dilemas de la vida, sin pertenencia a un cuerpo y una fluencia vital que rebase nuestra suerte, preocupados no más que del ciclo de nuestra subsistencia cultural. Circuito que construimos a diario, donde transmitimos y retransmitimos una imagen de nosotros mismos tan ñoña, caricaturesca o reducida.

(Las crisis de la baja cultura, Cubaencuentro, 2007)

Wednesday, May 1, 2013

José Martí sobre Julián del Casal

Murió, de su cuerpo endeble, o del pesar de vivir, con la fantasía elegante y enamorada, en un pueblo servil y deforme. De él se puede decir que, pagado del arte, por gustar del de Francia tan de cerca, le tomó la poesía nula, y de desgano falso e innecesario, con que los orífices del verso parisiense entretuvieron estos años últimos el vacío ideal de su época transitoria.

(Julián del Casal, Patria, octubre 1893)