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Tuesday, June 30, 2015

Emilio Ichikawa sobre “Chiquita”, de Antonio Orlando Rodríguez

Pero a pesar de la falta de hondura y capacidad para establecer una dimensión mitológica en el autor, el “periodismo cultural” obsesiona a los escritores porque generalmente concluye con una información sobre el lugar y la fecha en que ocasionalmente se va a presentar su obra. Además de una invitación que asegura que el público, aunque no compre el libro, se va a entretener mucho.
   Uno de los ejemplos más emblemáticos de cómo el “periodismo cultural” puede inflar injustificadamente a un autor; e igual de injustificadamente le puede relegar después, sucedió en Miami con el libro Chiquita, de Antonio Orlando Rodríguez, Premio Alfaguara de novela 2008. Por unas semanas parecía que Chiquita iba a convertirse en un documento emblemático de la Hispanidad. En Univisión Jorge Ramos comparó a Rodríguez con las grandes cumbres de la literatura latinoamericana, sin agregar una idea que pudiera sustentar su juicio. Hoy no sabemos si Chiquita es o no es la gran obra que se dijo, porque jamás los medios de Miami han vuelto a hablar de ella.
   El escritor debe saber que entre el “periodismo cultural” y la “crítica literaria” hay una guerra planteada. Guerra estética, de género de expresión, de prestigio, de egos y hasta “guerra de clase”. El escritor tiene su estrategia y es válido que mercadee sus libros recurriendo sobre todo al “periodismo”. Pero también la “crítica literaria” tiene su orgullo y puede hacer silencio, incluso un silencio injusto, por venganza, cuando la fama pase.

(MIAMI: La escritura como espectáculo [Periodismo cultural VS. Crítica de arte]. Blog Emilio Ichikawa, octubre 2013)

Monday, June 29, 2015

Joaquín Gálvez vs. ciertos escritores exiliados

Se ha convertido en un lugar común que algunos escritores y artistas cubanos recien llegados a Miami hagan declaraciones negativas sobre la vida cultural en Miami. Ellos no conciben la cultura sin el patrocinio estatal, sin instituciones gubernamentales que la subsidien, las cuales se caracterizan por ser creadoras de burocracias y prebendas a grupitos con ínfulas de élite, cuyos miembros, en muchos casos, carencen de una obra que los justifique. Cuando llegan a Miami, a pesar de que se enteran de la existencia de espacios culturales alternativos, tales como tertulias, revistas digitales, salas de teatro y conciertos, pequeñas editoriales, etc, esta ciudad, para ellos, no deja de ser un páramo cultural, pues no predominan las instituciones culturales de las que provienen. Sin embargo, en Miami -tolerante hasta con sus detractores más acerrimos-, se les permite enseñar sus credenciales de prosapia oficialista, para así ocupar puestos importantes en sus instituciones culturales. Luego, a la usanza de su ex afiliación, solo invitan a esos espacios del establishment cultural, del que gloriosamente ya forman parte, a los cuatro gatos de su preferencia (se sienten de nuevo en casa, por lo que ya no hay necesidad de criticar la vida cultural miamense). Iróniciamente, de aparentes defensores de la cultura pasan a ser  cercenadores de la misma, porteros que les cierran las puertas arbitrariamente a todo creador de calidad que no forme parte de su círculo de intereses, a quienes les quitan toda posibilidad de representatividad en su entorno cultural; escritores y artistas que viven en esta ciudad y que contribuyen con sus impuestos a la sobrevivencia de esas instituciones. Esperemos ahora que, de la misma forma en que ellos con escaso basamento desacreditaron la vida cultural de Miami, sean capaz de aceptar el derecho a la crítica de todo aquel que disienta con su nuevo rol de funcionarios culturales. Esperemos que de cercenadores culturales no aspiren también a ser censores en un país democrático. Ya tienen el privilegio de detentar su antiguo poder mediático (única forma en que conciben la gestión cultural), pero no aspiren a que sea basado en las leyes de un régimen totalitario.

(Publicado en la red, noviembre 2014)

Thursday, June 25, 2015

Belkis Cuza Malé vs. Lisandro Otero

Pero lo peor vino a partir de su respuesta a El Caimán Barbudo, cuando le pidieron su opinión sobre el libro de Lisandro Otero, La situación. Novela horrible, que había ganado el premio Casa de las Américas. Pero más horrible todavía era su autor, un ser patisambo, mulato con ínfulas de blancura (no es una afirmación racista, que no lo soy, pero era el modo en que este señor se proyectaba en el mundo), mala gente, que era capaz de acabar con cualquiera, agente secreto de la Seguridad del Estado, y además ocupando otras posiciones dentro de la cultura. A finales de los ochenta viajó a Puerto Rico y tuvo el descaro de llamar por teléfono a Heberto para saludarlo. Yo ni le hablé. Pero Heberto era más noble que yo con sus enemigos. Me consta.

(Entrevista a Belkis Cuza Malé. Blog Emilio Ichikawa, septiembre 2008)

Wednesday, June 24, 2015

Armando Añel vs. Carlos Velazco

Ciertamente, no hace falta ser muy perspicaz para entender lo que está pasando en Cuba y su periferia. ¿Cuándo los directivos de las revistas culturales de la oficialidad cubana se acercarán a estos proyectos independientes con sede en la Isla —Estado de Sats, Omni Zona Franca, el movimiento blogger independiente y un largo etcétera— para ofrecerles apoyo logístico y moral, o denunciarán abiertamente la represión que contra esta cultura alternativa ejerce hoy, en este año 2013, el Estado policial? ¿Cuándo se atreverán a publicar, en las revistas que editan, ensayos tan medulares y pertinentes como Sociedad civil y oposición en Cuba, del totalitarismo al día después o El nuevo periodismo en Cuba: su impacto democratizador? Sus autores viven ahora mismo en la Isla, así que si los tramoyistas de la operación Puente Seguro solo quieren llamar la atención, ¿por qué no los buscan a ellos?
   Pienso, por estos días, en representantes del oficialismo de visita en Miami como el autor del libro Sobre los pasos del cronista. El quehacer intelectual de Guillermo Cabrera Infante en Cuba hasta 1965, premio UNEAC de ensayo (entre otros datos curiosos —habría que escribir un libro para mencionarlos todos—, cabe apuntar que ni siquiera en este caso se premió un ensayo, porque el texto no pertenece a ese género sino a la investigación testimonial). ¿Algo que decir al respecto? Ya basta de traficar con los muertos y los tontos útiles. No se trata de publicar cosas en Cuba, sino de qué cosas se publican en Cuba. No se trata de maximalismos, sino de entender que la consecuencia de jugar eternamente con la cadena es vivir en cadenas. No se trata de hacer política, sino de abrir el espectro a todos los ángulos y enfoques, dando paso a una verdadera pluralidad asumida desde la creación y el cuestionamiento, no desde el camuflaje y la manipulación. Abajo Fidel pero sobre todo, aquí y ahora, abajo sus títeres.

(Los puentes de la represión. Neo Club Press, septiembre 2013)

Tuesday, June 23, 2015

Duanel Díaz vs. Desiderio Navarro

Lo cierto es justo lo contrario de lo que dice Navarro: la existencia misma del socialismo, antes y después de caerse el Muro, depende de reprimir la crítica de fondo, pues esta lo derretiría como un trozo de hielo expuesto al mediodía cubano. La Revolución no admite "conciencia crítica". Para criticarla de verdad, hay que situarse "fuera del juego". Salir de su propia lengua: pasar de "Fidel" a "Castro". Mientras exista "Fidel", no ya sólo en tanto ser físico sino en tanto concepto proveedor de legitimación, la simetría entre "políticos" e "intelectuales" que sugiere Navarro resulta falsa; de hecho, en Cuba no hay "políticos", puesto que no hay partidos ni parlamento.

(Crítica y memoria. Cubaencuentro, enero 2007)

Monday, June 22, 2015

Zoé Valdés vs. escritores del exilio

Imaginen a esos escritores reconociendo que, una vez publicados, no les quitaron ni una coma de un cuento, ni les mutilaron un verso de un poema editado en complicidad con la dictadura. Mientras a otros escritores exiliados no los publican, los eliminan de todas las listas, les hacen mítines de repudio dentro y fuera de Cuba, les ponen “la mala” o “la podrida” en editoriales en el exterior, además, de que los esbirros diseminados por el mundo les truncan invitaciones a congresos y conferencias, con la complicidad de sus amigotes de la izquierda internacional, y de la ultraderecha, que ya sabemos que también los Castro se dan la lengua con la ultraderecha de la ultraderecha. Todo eso mientras apalean a las mujeres en las calles de Cuba, las desnudan, las torturan, mientras mantienen encarcelados a dos opositores, sin juicio, desde más de un año, una pareja de negros, Sonia Garro Alfonso y Ramón Alejandro Muñoz, mientras los niños sobreviven malnutridos, mientras se extiende y exportan el cólera, mientras el racismo se agudece, mientras asesinan, y encarcelan a escritores (por cierto, ¿en qué quedó por fin el caso de Ángel Santiesteban?). Ah, no, pero ¿saben qué? Hay escritores más preocupados porque la dictadura les publique un “peoma”, antes que todos estos detallitos sin importancia mencionados antes. Incluso los hay que publican fuera ya, y se la pasan con la lengua despepitá, arrastrados, suplicándole a los criminales que acabaron con las vidas de Boitel, Pollán y Payá, y tantísimos otros, para que editen sus libros.
   Imaginen a los escritores latinoamericanos fugados de las dictaduras que oprimieron en el pasado a sus pueblos traicionando vilmente a sus colegas, ‘asesinando’ metafóricamente por una segunda vez a escritores como Guillermo Rosales, que desesperados se suicidaron en un asilo de locos y abandonados, no sólo por lo que le hicieron los castristas, no, sino también por la cantidad de vejaciones que padeció en el exilio por parte de esos mismos “colegas” que lo ignoraron en su momento en la academia, que no lo llamaron nunca a las universidades norteamericanas, que lo marginaron también aquí por antisocial y políticamente incorrecto; y que hoy se aprovechan de una presentación de un libro escrito sobre él, ni siquiera de un libro suyo, para minimizar su importancia de exiliado, y para precisamente resaltar su según el punto de vista de ellos “baja y despreciable” calidad de antisocial (porque todavía andamos con la moralina de que un escritor no debiera ser antisocial, ni desnudarse en público, ni usar su cuerpo como materia artística, ni escribir palabras “soeces”; a estas alturas y todavía con esos pruritos, si por ellos fuera la literatura se reduciría a “los pollitos dicen pío, pío, pío, cuando tienen hambre, cuando tienen frío” y poco más).
   Sí, ayer se olvidaron de Guillermo Rosales. Sí, ninguno de esos escritores cubanos (salvo Daniel D. Fernández) que hoy habla en una presentación sobre un libro infame sobre su persona probablemente lo visitó en el asilo donde se suicidó, pero hoy usan su nombre para pasar el mensaje del raulismo light. Sí, así ha sido y es; pues no se pregunten más, ni justifiquen más los que quieran hacerlo, claro con tonterías tales como que esa gente padece el trauma de un exilio demasiado largo y perverso, los pobres. No, esa gente no son más que colaboradores del horror, y si se hubieran quedado en Cuba, si sus padres no los hubieran salvado, estarían todavía delatando con la presidenta del CDR, o fueran, sencillamente, Chucha la del Comité, vigilando, anotando, y redactando los informes para la DSE (Departamento de la Seguridad del Estado o Policía Política).
   No es trauma, es la maldad del ser “cubano”, que no humano. No es trauma, se llama colaboración. Ah, y eso sí que es soez y repugnante, y hasta más.

(¿Trauma o colaboración? Blog Zoé Valdés, septiembre 2013)

Friday, June 19, 2015

Ignacio T. Granados vs. Angel Velázquez Callejas (2)

Hace ya algún tiempo, un escritor latinoamericano calificó el machismo de nuestra tradición política como homosexualismo sublimado; la pasión por lo macho, que es un estereotipo, explicada en otro estereotipo, deviniendo todo en un lugar común. Pero los lugares comunes tienen su sentido, como el prejuicio, al facilitar la reflexión como su base necesaria; y la verdad es que todavía hoy, y a pesar de cuánto se ha movido la historia, rezagos quedan que no son del oprobioso pasado sino del aún más oprobioso presente. Tal es el caso del anticastrismo furibundo, que más parece una saturación castrista; es decir, un deseo tan desmedido que expresa su despecho y su frustración en la mímica de sus actos deleznables, que reproduce con fruición.
   A menor escala y como confirmación, puede verse en Miami el culto del llamado Heritrollo justo por un grupo de victimas suyas; que reproducen sus actos deleznables como enceguecidos por el esplendor de esa poética que estableció con su actuar ruin y mezquino. Un culto algo trasnochado, y cuyo hierofante descubre en cábalas y teorías la lujuria que le provocaban aquellos latigazos de su perversa divinidad; que al fin y al cabo cada quien escoge con qué se erotiza y con qué actos escribe el poema de su vida.

(Los poetas y sus actos. Blog Dirty City, agosto 2013)

Thursday, June 18, 2015

Jorge Pomar vs. Pablo Díaz Espí y Antonio José Ponte

Entre mentiras flagrantes y medias verdades, sin desmarcarse explícitamente de la AECC, de entrada Pablo Díaz Espí y Antonio José Ponte, sin cuya firma el anuncio valdría aún menos, intentan pasar de contrabando años de ejercicio sistemático de la censura detrás del sofisma "plataforma de opiniones plurales".
   Opiniones plurales abundan incluso en el entramado diversionista del régimen, donde ningún criollo ducho en leer entre líneas panfletos oficiales soslayaría dobles sentidos, mensajes cifrados, voces reformistas y hasta ciertas discrepancias doctrinales. Reales o ficticios, a la postre unos y otros afanes distintivos apenas sirven para lavar la cara del autor y, de paso, dotar a la redacción de una coartada democrática.
   Entre dolosas omisiones y mentiras piadosas, Díaz junior y Ponte no nos dicen que hay con Annabelle Rodríguez, excusan disculparse por la expulsión a cajas destempladas, o sutil marginación, de unos cuantos colaboradores indeseables. Por añadidura, durante el lapso que llevan haciendo "trabajo voluntario" (retribuido a expensas del contribuyente español) al frente de ambas publicaciones, brilla por su ausencia el mínimo cambio de política editorial.
   Mal debut. Amén de discordias internas por pastas no italianas, barrunto que detrás de la fachada de Diario de Cuba se oculta una patraña fiscal de los mecenas del PSOE para burlar al fisco. Ni sin la anuencia del PP, cuyo liderazgo a todas luces se hace el de la vista gorda. Con todo, pese al estado de "estática milagrosa" en que debemos perdonarle a Cubaencuentro que --Ponte dixit-- "sí se levante" bajo otro nombre, sería humano, justo y saludable concederles a esos chicos traviesos el beneficio de la duda.
   Concedido. Sin aspirar a ser reivindicados ni a tener parte o arte en este nuevo avatar de la AECC, el Abicú y su intransigente Alter Ego les extienden aquí a todos esos tambaleantes, camaleónicos tránsfugas digitales el voto de confianza que merecen. Firmado de puño y letra con tinta china evanescente a plazo fijo...

(Muere Encuentro, ¿nace un nuevo desencuentro... o una cooperativa cultural autónoma? Blog El Abicú Liberal, diciembre 2009)

Wednesday, June 17, 2015

Jorge Luis Arzola vs. Daniel García Santos

Por último, Daniel, me gustaría señalar que tu intento de demolición resulta desde el principio inverosímil (salvo para un grupo de mediocres trasnochados de la extrema izquierda internacional, alguna gente muy desinformada del barrio de la cultura en Cuba y por supuesto los que le chupan la teta a la vaca famélica del castrismo), debido a la calidad de los argumentos esgrimidos. Más que argumentos, son una sarta de lugares comunes y de clichés.
   Pero sólo me referiré al principal de ellos: ¿Acaso intentas en serio convencer a los lectores de que en Europa o alguna otra parte existe un gran mercado para un tipo de literatura que muestre la Cuba de hoy de manera crítica, o una literatura cubana de denuncia? ¿Acaso crees que un autor que asuma una posición vertical, sin ambages, frente al castrismo, tiene más posibilidades de éxito que quien, ejerciendo su derecho personal, se mantiene en silencio?
   Vaya, Daniel, mientras más anticastrista sea tu libro, sin importar cuán bueno sea (y no dudo que puedan existir magníficos libros anticastristas), menos posibilidades tendrás de promoverlo, menos universidades te invitarán a conferencias o a lecturas de textos, y en caso de que logres al fin publicarlo, menos ejemplares lograrás vender.
   El Progresismo, esa ideología tan difícil de definir, controla casi palmo a palmo el mundo académico, buena parte de las editoriales y de los grandes medios de prensa y la casi totalidad de los espacios públicos, incluyendo las fundaciones, las casas de cultura comunitarias y las organizaciones multiculturalistas, todas ellas de muy variada pinta, pero unidas por un antiamericanismo irracional cuya bandera es la Cuba fidelista, a la cual se le perdona todo, pobrecitos, resistiendo el bloqueo por casi cincuenta años…Aquí, lamentable e invariablemente, tienes problemas serios si dices la verdad sobre el castrismo; mejor te conformas con decir sólo una parte y te apoyas en la manida muletilla del bloqueo. Resumiendo: lo difícil aquí no es ser un fidelista o un guevarista, un revolucionario o un progresista; es, por el contrario, lo más cómodo, lo que más dinero y becas da, y lo que te hace definitivamente popular entre las muchachas soñadoras de las universidades.
   Por cierto, creo que no te fijaste bien qué editora publicó mi novela. ¿Acaso no sabes que a nadie en su sano juicio se le ocurriría afirmar que Siruela “exige” a sus autores “un precio político”? Si existe una editorial alejada del mercadeo literario y del mundanal ruido de la política, esa es Siruela. Si alguna editorial en lengua castellana no ha publicado nunca un panfleto político, esa es mi editorial. No se puede decir lo mismo de las editoriales cubanas, de ninguna, incluyendo la que diriges. Todas están al servicio del anciano sátrapa y de sus lugartenientes designados a dedo, como tu Jefe en el ICL., Iroel Sánchez.
   De todos modos, acepta, por favor, el testimonio de mi más sincera gratitud. Considero tu texto, que tiene la por aquellos lares rara delicadeza de concederle in extenso la palabra al condenado, una efectiva forma de mercadotecnia.

(La falaz encrucijada. Blog Rajando la Leña Está, junio 2007)

Tuesday, June 16, 2015

Ernesto Hernández Busto vs. Leonardo Padura (2)

Leonardo Padura ha hecho declaraciones curiosas a propósito de su nueva novela, titulada “Herejes”. “No soy un hereje porque no he desertado en lo esencial de ninguna fe, más bien no he participado en ninguna fe, ni religiosa ni política”, afirma. “Me considero un heterodoxo —insiste—, uno paga un precio por esa libertad, esa heterodoxia”. Tal vez el escritor exagere un poco, teniendo en cuenta su biografía. Por ejemplo, Padura trabajó en El Caimán Barbudo (entre 1980 y 1983, es decir, en un período de grandes presiones políticas), fue periodista de Juventud Rebelde (entre 1983 y1989), y ha sido Jefe de Redacción de La Gaceta de Cuba (en otro periodo tristemente célebre: 1989-1995). Algunos de los “precios” pagados por Padura: Primera Mención Concurso Latinoamericano de Periodismo José Martí (1988), convocado por Prensa Latina; Premios de Crítica Literaria en las ediciones de 1985 y 1988 del Concurso “26 de Julio”, de la Unión de Periodistas de Cuba; Premio en Artículo del Concurso “Mirta Aguirre”, del Ministerio de Cultura en 1985, entre muchos otros. En 1993, recibión Premio Nacional de Novela “Cirilo Villaverde”, de la UNEAC, por la obra Vientos de Cuaresma. También fue condecorado con la Distinción por la Cultura Nacional y la medalla Raúl Gómez García. Recibió en el 2005 el Nacional de Periodismo Cultural “José A. Fernández Castro” y el de la Crítica Literaria (2011). El año pasado ganó el Premio Nacional de Literatura. Desde luego, el escritor y periodista Leonardo Padura no es un hereje. Pero es posible que tampoco encaje muy bien en la figura del “heterodoxo”.

(Blog Penúltimos Días, septiembre 2013)

Monday, June 15, 2015

Néstor Díaz de Villegas vs. los poetas cubanos

¡Qué estudiados los poetas cubanos! Todos caen en la ranura, en su compartimento, en su grupúsculo. Así desfilan por antologías, así van asentándose y acomodándose en el banco de imágenes como si fueran finalistas de algún concurso —pero sin emitir juicios, sin hablarse, rozarse, ni leerse.
   Se miran de soslayo; se empujan y hacen sitio para el último que llegue. En la puerta de entrada hay un productor —el Donald Trump de las Bellas Letras, algún académico yanqui— repartiendo bandas de muselina con la palabra "POESÍA" bordada en hilo negro sobre fondo verde. Por allí no osaría asomarse alguien que tenga un tacón jorobado, o quien pudiese ser tildado de difícil, o quien no sepa cubanear correctamente, y aún menos el que no publicó nada nunca.
   Lo raro ha sido desterrado de nuestra lírica. No hay excepciones, ni sorpresas, ni fenómenos, ni monstruos. En medio del desmadre, el despelote y el delirio, hemos creado el perfecto desfile de belleza.

(El extraño caso del poeta Pedro Jesús Campos. Diario de Cuba, agosto 2013)

Friday, June 12, 2015

Angel Velázquez Callejas vs. Ignacio T. Granados

Desde luego, tal y como el rigor metatrancoso produce una novedad artística, también provoca un efecto de contrariedad e inconsistencia excéntrica que pone en peligro la veracidad, la estética, del propio arte. Por lo general, sucede en estos casos que cuando un metatrancoso entra a toda máquina en la dinámica ascética artística, simple y llanamente pierde el norte de la voluptuosidad. Tiende a convertir, por una furibunda apatía existencial, la belleza en moral estética. Una moral monstruosa que determina, per se, el retiro forzoso, y patético, hacia una de esas cavernas platónicas del cosmopolitismo moderno. Desde allí se comienza a odiar a la humanidad, a insultarla, incluso a envidiarla. Se entra de lleno en la locura existencial del reconocimiento. Y todo entonces se vuelve mentira, hipocresía e ilusión.
   Conste que el Diamante Negro de la Metatranca es una metáfora encarnada en lo más sublime del ego del hombre. La metatranca es como la espada del rey Salomón: corta, corta, corta, pero para nada. Y este es uno de los peligros que asume la humanidad cuando es atravesada por el arte de la moral estética.

(Diamante Negro de la Metatranca: El arte de la moral estética. Neo Club Press, agosto 2013)

Thursday, June 11, 2015

José Lezama Lima vs. Emilio Bobadilla

Claro está, señores, que un verdadero crítico jamás se produce en esa forma. Constantemente oímos en Ventura Pascual Ferrer la frase “garrote”, “garrotazo”, y desgraciadamente esta crítica ha tenido continuadores en la crítica de Valbuena, de Leopoldo Alas, de Emilio Bobadilla, que era la crítica de gazapos y faltas gramaticales. Porque en realidad cuando un poeta tiene esos gazapos, pues hay que tolerarlo, porque la gran poesía no sabe de la gramática y la gramática sí sabe de la gran poesía. Podemos observar, por ejemplo, que si revisamos algún texto de Bobadilla se muestra siempre frenético en contra de Rubén Darío, y a muchos poetastros de su época los disculpa. En realidad, cuando se llega a esas alturas ya no hay gazapos ni hay faltas gramaticales.

(Fascinación de la memoria. Letras Cubanas, 1993)

Wednesday, June 10, 2015

Armando Añel vs. “Sobre los pasos del cronista”, de Carlos Velazco y Elizabeth Mirabal

Denomino operación “Puente Seguro” a un proceso de enmascaramiento y normalización del neocastrismo que está en marcha, por lo menos, desde hace diez años, y que ha sido llamado de múltiples maneras por múltiples autores también desde hace por lo menos una década. En mi caso, lo he traído a colación a propósito de la visita a Miami de los autores del libro Sobre los pasos del cronista. El quehacer intelectual de Guillermo Cabrera Infante en Cuba hasta 1965, no porque pretenda descubrir el agua tibia. El proyecto, la operación, el proceso o como se le quiera llamar –del mismo forma parte el mencionado libro-, tiene, a mi modo de ver, dos objetivos fundamentales:
   • Vender una imagen aperturista de cara al exterior que facilite el reacomodamiento de los herederos del castrismo en la órbita del poder
   • Normalizar el neocastrismo –un régimen del tipo Putin en Rusia o Maduro en Venezuela o China neocomunista— al interior de la Isla, exprimiendo todavía más la naranja de las inversiones y remesas exiliadas
   Dentro de esta normalización cabe apuntar el lavado de cerebro a las nuevas generaciones de lectores residentes en Cuba, a quienes, en este caso particular, se les presenta Cabrera Infante como un defensor del castrismo (el libro mencionado arriba destaca, como ha explicado Enrico Mario Santí en Letras Libres, “las credenciales castristas, revolucionarias, de GCI a partir de los documentos de la época”).

(Cabrera Infante, la UNEAC, el neocastrismo y los viajes a Cuba. Neo Club Press, agosto 2013)

Tuesday, June 9, 2015

Ignacio T. Granados vs. Carlos Alberto Montaner

En Miami se ha desarrollado un esperpento impensable, bajo el raro nombre de intelectual de derechas; que bajo la sombrilla de Carlos A. Montaner, pretende una oposición puntual del otro imposible supuesto en el intelectual de izquierdas. Ese maniqueísmo es habitual y recurrente al escolarca Montaner, que fundó una Internacional Liberal que contrapesaría la estrategia intelectual de la Comunista; salvo por esa recurrente dificultad del peso específico, y residiendo la desmesura en esa obsesión por el nominativo, que ya desnuda la falacia en su petición de principio. Es decir, como principio, cualquiera que se llame o reconozca a sí mismo como intelectual es intelectualmente desconfiable, por causa de sus prioridades  y objetivos; ya que intelectual es el trabajo que se hace, sea este de arte o análisis político o científico, pero no el sujeto que lo hace; de modo que la persona es artista o analista o científico, que es lo intelectual, y no a la inversa, salvo que se trate de vanidad de vanidades —todo es vanidad—.

(Coda al regreso del perfecto idiota. Blog Dirty City, julio 2013)

Monday, June 8, 2015

Virgilio Piñera vs. Heberto Padilla

Si uno se decide por el papel del lobo feroz, debe tener sumo cuidado en que la menor partícula de payaso asome por bajo el disfraz. Esto traería la consiguiente explosión hilarante de parte del público. Y que se pierde seriedad, que todo ese mundito sólo provoca risas burlonas es un hecho consumado. No puede dejarse la máquina de escribir tras haber escrito un artículo emplazador, para entrar en tal o cual lugar a quejarse, como un bebito, de que no me han incluido entre los poetas más representativos de la hora actual…

(Cada cosa en su lugar. Lunes de Revolución, diciembre 1959)

Friday, June 5, 2015

Carlos Alberto Montaner vs. Haroldo Dilla (2)

El profesor Dilla, además de declarar que es marxista, se proclama socialista.
   En realidad, esa es una palabra que no dice mucho. ¿Socialista como Fidel Castro, como Bettino Craxi, o como Carlos Andrés Pérez, cuyo partido, Acción Democrática, pertenecía a la Internacional Socialista junto al PRD dominicano de Peña Gómez e Hipólito Mejía?
   ¿Socialista como son los partidos de esa cuerda en Alemania, Holanda o Escandinavia, donde, con frecuencia, gobiernan junto a los liberales o se oponen a ellos?
   Mi impresión es que el profesor Dilla vive en un mundo esquemático de ensoñaciones ideológicas y esloganes que nada tiene que ver con la realidad, o, por lo menos, con la realidad que yo pude observar durante los 20 años que fui vicepresidente de la Internacional Liberal, donde se dan cita 80 formaciones políticas de esa cuerda, y los anteriores 15 en que me integré a los grupos liberales españoles y dejé, felizmente, de ser socialdemócrata, cuando entendí cómo se crea la riqueza, cómo se malgasta, cómo se conserva y cómo se lucha mejor contra la pobreza.
   Aunque a Dilla le sorprenda, quizás porque se pasó su juventud militando en el Partido Comunista de Cuba escuchando, supongo que molesto, consignas vacías e insultos al adversario, y presenciando indignos actos de repudio, el liberalismo no es una ideología en el sentido marxista (realmente hegeliano) del término, y tampoco existe la ideología "neoliberal", palabreja carente de sentido.

(Haroldo Dilla, el marxismo y otros errores. Diario de Cuba, julio 2013)

Thursday, June 4, 2015

Enrique del Risco vs. Belkis Cuza Malé y Pablo de Cuba Soria

A partir de un artículo de Pablo de Cuba Soria en El Nuevo Herald y las consiguientes respuestas de Belkis Cuza Malé, Jorge Luis Arcos y Nicasio Silverio comienza a generarse un debate en torno al poeta Heberto Padilla. La respuesta fuera de tono de Belkis Cuza Malé parece darle la razón al iniciador del debate. Al querer la ex esposa de Padilla convertir en agente castrista a todo el que cuestione la calidad poética de su ex marido afirma sin querer la necesidad de esos cuestionamientos pero al mismo tiempo enturbia el sentido del debate. A Belkis Cuza Malé se le escapa la principal debilidad del artículo de Pablo de Cuba: fuera de algunas frases rotundas (pero no por ello especialmente sustanciosas) nos convence de poco más que de su derecho a cuestionar la calidad poética de Padilla. Nos dice un par de veces que el título de “El hombre junto al mar” es ridículo lo cual es cierto pero otro tanto se puede decir del nombre del autor del artículo cuya unica justificación aceptable es que nació con él y no se trata de un seudónimo que le sentaría mejor a un repentista de Palmas y Cañas o a un pianista de un restaurante de Miami. (Justificación ya que no disculpa porque podría usar cualquier otro nombre, aunque sea “Neftalí Reyes”). Su artículo se resiente por esa obsesión canónica que tanto aqueja a nuestros escritores en estos tiempos y en el empeño de resolverlo todo con el dictamen de que se trata de un poeta menor. Es esa una solución fácil pero engañosa si se piensa en la dificultad de encontrar en Cuba a algún poeta post Lezama que escape del todo a la vaga maldición de poeta menor. Dando por sentado la pertinencia de cuestionar la calidad poética de Padilla -o su necesaria impertinencia- queda ese otro problema que resume Pablo de Cuba cuando se pregunta retóricamente: “¿se sostiene la obra de Heberto Padilla más allá del entramado político en el que se halla sumergida hasta hoy?” Intuyo que esa pregunta de algún modo quiere incluir una cuestión más vasta: ¿puede la poesía aproximarse a la política sin comprometer definitivamente su calidad o su autonomía? Que el entramado al que se refiere Pablo de Cuba Soria se haya sostenido tanto tiempo –al punto que de circunstancia se haya convertido en naturaleza- explica la persistencia del fervor con que todavía muchos lectores –incluso los que habitualmente eluden la poesía- se acercan a los poemas de Padilla, un fervor muy parecido a aquél con el que, según Borges, los libros se convierten en clásicos. Puesto a escoger yo preferiría que las causas de ese fervor, que según Pablo etc… descansan en ese entramado desaparezcan junto con el entramado de marras pero si de lo que se trata es de crear un conjuro que pretenda anular al poeta y con ello las causas de su fama (esto es, el dichoso entramado) me parece un procedimiento un poco chungo.

(Padilla, un caso. Blog Enrisco, julio 2007)

Wednesday, June 3, 2015

Manuel Sosa vs. José Kozer

Creo que, después de haber escrito 8235 poemas "tolerables" (8235 poemas sometidos a la más rigurosa corrección, y por ello, salvables) y de haber llevado esa singular contabilidad, por fin aparece un filo creíble en la escritura de José Kozer: su agresividad contra los coros retóricos. Nosotros, acostumbrados a largas y detalladas descripciones de su envejecimiento (cada ventosidad suya, cada nueva pústula y dolencia) y de su atareado maniobrar doméstico, he aquí nos encontramos un hombre que ataca las "efusiones triviales" con una energía que nunca habíamos encontrado en 8235 intentos anteriores. Sincero e irascible, con 70 años cumplidos, Kozer ha logrado que olvidemos a Lezama por un instante para recordarnos que su propia candidatura al canon tendrá un carácter acumulativo (el título del artículo incluye las palabras "medir" y "balanza", tan caras a su pupila de administrador); y además, que no se dejará abatir por reproches ni omisiones: él es un poeta que sí sabe de densidades y facturas. Lo felicito, pues nunca me había percatado de tanta vitalidad en su expresión. De modo que, si vive hasta los 80, ya puedo irme preparando para esos 2160 nuevos poemas, en los que seguramente no encontraremos caídas sentimentales ni nada que no sea puro rigor y ascetismo lírico.

(Comentario publicado en la red, 2010)

Tuesday, June 2, 2015

Reinaldo Arenas vs. Abelardo Estorino

Con la pérdida de Miguel volví a deambular por las calles de La Habana. Un día conocí a un hombre de cierta edad; se mostró muy amable y me llevó a su casa. Era pintor y se llamaba Raúl Martínez. Se convirtió en mi amante y yo volví de nuevo a hacer mi papel activo en el sexo, que era lo que complacía a Raúl y, por otra parte, yo me sentía bien de cualquier manera si la persona me gustaba. Raúl era una especie de padre para mí; me enseñaba cosas que yo desconocía en arte, en pintura, en literatura. Vivía con alguien que había sido su amante y ahora era su amigo; un dramaturgo de segunda categoría que en aquel momento gozaba de cierta fama, porque había hecho unas melopeas más o menos laudatorias al régimen. Abelardo Estorino se llamaba.

(Antes que anochezca. Tusquets, 1992)

Monday, June 1, 2015

José Pratts Sariol vs. Miguel Barnet y la UNEAC

Miguel Barnet tiene razón. Sus palabras en la apertura del VIII Congreso de la UNEAC se adhirieron a la realidad. Sobre todo cuando afirmó que la cincuentenaria organización debe "contribuir a restañar el tejido espiritual de la nación".
   ¿Sabrá el autor el significado de "restañar"? Porque el diccionario es muy preciso: "Volver a estañar, cubrir o bañar con estaño por segunda vez". Y añade en segunda acepción: "Detener una hemorragia o el derrame de otro líquido".
   Tiene, entonces, razón: la oficialista organización restaña, detiene el tejido espiritual de la nación. Porque en efecto: baña con estaño los residuos de la cultura cubana que sobreviven a la devastación. El miembro del Comité Central del Partido Comunista no pudo ser más exacto.
   Estoy muy sorprendido: otras partes de su discurso también se acercaron a lo razonable. Es algo insólito. Digno de archivarse. Confieso que no podía creer sus palabras. Dijo: "La UNEAC es el Moncada de la cultura". ¿Sabrá Miguel Barnet lo que ocurrió en Santiago de Cuba cuando el asalto al cuartel Moncada, aquel 26 de julio de 1953? ¿Habrá leído que Fidel Castro ni siquiera entró al cuartel y se replegó más rápido que un avestruz?
   Porque entonces la UNEAC, honrando la memoria del Moncada, sobre todo la del otrora Máximo Líder, se caracteriza por huir, escapar de los problemas objetivos del país. Es decir, ni siquiera enunciarlos y mucho menos debatirlos sin miedo, sin censura. Si acaso tergiversarlos, posponerlos, manipularlos hacia el futuro, que bien sabían los gallegos bodegueros –como algún personaje de Barnet— que ese "futuro" era un cartel del teatro bufo, que para fiar estaba el mañana…
   Los alrededor de 300 delegados al Congreso —fieles a las palabras de Miguel Barnet, con aliento moncadista— no abordaron la crisis de credibilidad que sufre el Gobierno, el amargo choteo con que le responden los cubanos de a pie ante cada nueva ley que promulga para sobrevivir con el poder y dejárselo a las familias elegidas, es decir, a la elite guerrillera y sus alrededores pragmáticos, con menos escrúpulos que un antiguo hacendado de Birán.
   De sorpresa en sorpresa… Miguel Barnet —al lado de la momia de Machado Ventura— dijo, al parecer sin pestañear: "Comenzó un capítulo nuevo nunca antes transitado por los escritores y los artistas cubanos". Y agregó, aquí sí que con un razonamiento impoluto, sin puto: "No existe en ningún otro rincón de la Tierra una organización como la nuestra".
   Nada que objetar, aunque tal vez en Corea del Norte, aun en China o Vietnam… Pero qué va, como la UNEAC ninguna. Así lo avala Human Rights Watch, cuyos archivos de violaciones cometidas por la Seguridad del Estado contra escritores y artistas cubanos han requerido la adición de más memoria a su disco duro. O las denuncias de Periodistas sin Fronteras —con videos, fotos y documentos— que apoyan ese carácter único que Barnet declamó.
   Y lo del "capítulo nuevo" —si la frase no fuera un cliché— merecería un "sin lugar a dudas". ¿O es que alguien no se da cuenta de hacia dónde van las aperturas al capital extranjero, con más facilidades que las concedidas cuando don Tomás Estrada Palma a las empresas de los Estados Unidos, mientras la Enmienda Platt afeaba a la naciente República? ¡Qué paradoja! ¿O la próxima unificación de monedas, la desaparición de la libreta de racionamiento, los salarios y valores agregados de gerentes y altos funcionarios, no prometen un "capítulo nuevo", inédito, de "marxistas" desigualdades, que se añaden a las impuestas por las remesas, sobre todo contra la población afrocubana?
   Lo que califica de "nuevos escenarios económicos" es un ejemplo de la autenticidad de su discurso. Para la UNEAC —ya se ve— significará en el cercano plazo la pérdida de subvenciones, el cierre de ayuda a miembros desvalidos y un etcétera que merecen, que han sabido ganarse de amanuenses, ujieres.
   Miguel Barnet hace bien en detestar la definición de intelectual que diera Octavio Paz: un marginal que ejerce la razón crítica contra los diversos poderes. Ella no le hubiera permitido un discurso tan razonable, "con confianza (…) en la política cultural de la Revolución". 

(Barnet tiene razón. Diario de Cuba, abril 2014)