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Wednesday, July 31, 2013

Armando Añel vs. Miguel Barnet

En Cuba, durante el último medio siglo —esto es, durante toda la carrera literaria de Barnet—, dar voz a los sin voz ha resultado particularmente peligroso. De ahí que el autor de Biografía de un cimarrón, como tantos otros intelectuales oficialistas alérgicos al riesgo y devotos de las giras internacionales, se haya guardado muy bien de incurrir en semejante temeridad. Sin voz están aquellos que languidecen en las cárceles cubanas por disentir o intentar burlar el cerco de la ideología oficial, e incluso los que en apariencia caminan en libertad por las calles de Cuba: están los cimarrones modernos a los que captura, y con los que trafica, el Estado negrero. En defensa de ellos Barnet no ha escrito, ni escribirá jamás, una línea.
   Una omisión que roza lo impúdico si se tiene en cuenta que el galardonado, homosexual él mismo, ha sido incapaz de defender públicamente los derechos de los homosexuales en un país en el que durante décadas éstos han sido marginados, perseguidos y hasta encarcelados.
   El atolladero de la Cuba contemporánea no sólo obedece a limitaciones estructurales, sino individuales. A intelectuales como Barnet les cabe el dudoso honor de haber intentado legitimar, de palabra y de hecho, el apartheid institucionalizado por el castrismo. Y ello ha tenido un efecto bumerán: no es que los creadores oficialistas carezcan de talento o perseverancia, que es lo que pudiera deducirse del estado de la literatura publicada en la Isla, es que el sistema les impide desplegar dichas cualidades en un entorno abierto al intercambio, el cuestionamiento y la diversidad.

(Miguel Barnet o la voz del negrero. Diario Las Américas, noviembre 2010)

Tuesday, July 30, 2013

José Martí vs. la Avellaneda

No hay mujer en Gertrudis Gómez de Avellaneda; todo anunciaba en ella un ánimo potente y varonil; era su cuerpo alto y robusto como su poesía ruda y enérgica; no tuvieron las ternuras miradas para sus ojos, llenos siempre de extraño fulgor y de dominio; era algo así como una nube amenazante. (...) Más: la Avellaneda no sintió el dolor humano; era más alta y potente que él, su pesar era una roca...

(Luisa Pérez de Zambrana, Obras de Martí, vol. 13, edición de Gonzalo de Miranda)

Monday, July 29, 2013

Rolando Sánchez Mejías sobre el escritor cubano

Sólo basta echar una ojeada a la literatura cubana de hoy día para saber de qué estamos hablando cuando empleamos el término de "forma nacional". Sólo basta preguntarse qué quieren las editoriales europeas de un escritor cubano para saber de qué estamos hablando. Cómo van a la caza, en las Ferias del Libro de la Habana, amparadas por la "política cultural cubana", del material folclórico embozado en literatura.
   Incluso en autores cubanos de determinado talento podemos ver el irresistible movimiento hacia una "forma nacional" que los legitime ante ese Lector predispuesto. Una mezcla de folclor, exaltación de las ruinas, realismo con guiños cómplices a una supuesta realidad política, y luego el barniz de alta literatura con que el material es disfrazado. He ahí el resultado, por ahora, del nacionalismo —nacionalismo que se está dirimiendo ante todo en el campo de la política— que nos espera.

(Camellos y nacionalistas árabes. Cubaencuentro, marzo 2001)

Friday, July 26, 2013

Manuel de la Cruz vs. Antonio Angulo y Heredia

Sumiso imitador de Luz, lo copia literalmente en sus defectos literarios, en los vicios de su estilo y en la aridez de la exposición; la sincera modestia de Luz es en él rebuscada afectación de humildad; las amplificaciones elocuentes y fecundas, monótonas redundancias. Angulo y Heredia, el más amado, fué el discípulo infiel, el que más daño pudo causar a la memoria de Luz, si la posteridad, con su crítica y su fervor, no hubiese realizado su reinvindicación, exaltando y magnificando sus merecimientos como pensador filosófico. En una conferencia famosa que pronunció en el Ateneo de Madrid, convierte á Luz de monarca en vasallo y asienta la sacrílega mentira de incluirlo entre los devotos de la Metafísica alemana.

(Cromitos cubanos, Habana, 1892)

Thursday, July 25, 2013

Enrique del Risco sobre José Martí

Diversos son los rasgos de Martí que pueden haber colaborado con su variado uso posterior a la veneración, interesada o no, que se le ha profesado. Su tono incansablemente mesiánico y trascendental aun en la más breve carta personal, sus frases contundentes y sentenciosas, sus parábolas, a veces claras, pero en ocasiones de sentido escurridizo, la amplitud y variedad de su obra, el tratamiento general y equívoco de multitud de temas, y la inconsistencia de una obra fragmentaria (que no obstante apuntaba invariable a metas trascendentes), junto al hecho decisivo de su muerte en el campo de batalla contribuyeron a que su culto se extendiera con cierta rapidez. Pero ya desde sus inicios estaban marcados algunos de los rasgos principales, que no hacen del todo sorpresiva su mitificación nacional.

(Elogio de la levedad, Editorial Colibrí, Madrid, 2008)

Wednesday, July 24, 2013

Ernesto Hernández Busto vs. Rafael Rojas

Mi referencia a las limitaciones de la "transculturación" se limitó a varias líneas, que aludían sobre todo a Los factores humanos de la cubanidad. Reconozco (y lo advertí primero) que eran líneas insuficientes, pedantes tal vez. Pero juzgar a Ortiz como el autor exclusivo del que es, sin duda, su mejor libro, también me parece tendencioso. Ortiz escribió mucho, y no siempre a la altura del Contrapunteo. En tu defensa de Ortiz, querido Rafael, así como en tu apología de la academia, no hay otra cosa que una ecuménica voluntad de asegurar en la República de las Letras cubanas un lugar para todos. En esa mesa redonda tú quisieras ver sentados a Martí y a Varona, a Entralgo y a Mañach, a Ortiz y a Lezama, a Guerra y a Lamar. (En ese sentido, sí eres "académico", al menos por las razones que detalla Jean Brun en Platón y la Academia). Yo, en cambio, prefiero el canon regido por una jerarquía, armado alrededor de lo que Bloom llama "fuerza estética", centrado en la reinvención del mito y en la extrañeza consustancial a las obras maestras. Varona, Mañach, Entralgo y Ortiz fueron nuestros desmitificadores modernos, y encajan bien como ideólogos de una futura República. Pero poseen menor fuerza estética que otros creadores cubanos, los cuales, curiosamente, reinciden en varias "elucubraciones febriles". Puesto a escoger entre republicanismo y multiculturalismo, entre "la plasmación más o menos depurada de un espíritu" (¿?)  y "la representación parcial de algún sujeto", prefiero abstenerme.

(Nuevas consideraciones desde una ‘capilla sombría’. Cubaencuentro, marzo 2001)

Tuesday, July 23, 2013

Alexis Romay vs. Miguel Barnet

Miguel Barnet, Presidente
del club que adiestra chihuahuas
y de la Unión (de tataguas)
malpensada y maloliente:
artistas de cuerpo y mente
(de mente gelatinosa),
prosaicos (aunque sin prosa),
escribas más que escritores…
perros, artistas, actores
son una y la misma cosa.

(Biografía de una boutade. Blog Belascoaín y Neptuno, Oct. 2008)

Monday, July 22, 2013

Julio Antonio Mella vs. “La zafra”, de Agustín Acosta

El poema es de “combate”. Su “verso es un aire incendiado que lleva en sí el germen de no se sabe qué futuros incendios”.  Pero ahí salta el fallo individualista del motor de su espíritu: “no quiere que se le crea un poeta de muchedumbre”. Bueno, querido amigo; si se ha de combatir, si ha de haber incendios, ¿quién, sino la muchedumbre, es capaz de realizar lo uno y lo otro?
   Esta posición, si no es sincera, resulta horrenda; si lo es, dolorosa y lamentable, como la confesión de una enfermedad mortal. 
   En muchos poetas no es más que una «pose». En otros —¿estará entre ellos Agustín?— un contagioso padecimiento que fue de moda en el siglo pasado y que se contrajo en las lecturas de la adolescencia. O, seamos honrados, ¿esa posición mental de Acosta es debida al pesimismo final de su poema? ¿Será la causa el hecho de que no ve salida para «la patria que canta»? El pesimismo es infundado. No existe en la realidad, como él afirma. Lo que hay es una interpretación no exacta de los hechos, una falta de comprensión total del problema.

(Julio Antonio Mella. Selección de textos, Ruth Casa Editorial, s/f)

Friday, July 19, 2013

Roberto Fernández Retamar sobre “el mariposeo” de Severo Sarduy

Me he detenido quizá más de lo necesario en Fuentes, porque es una de las más destacadas figuras entre los nuevos escritores latinoamericanos que se han propuesto elaborar, en el orden cultural, una plataforma contrarrevolucionaria que en apariencia vaya más allá de las burdas simplificaciones propias del programa Cita con Cuba, de La Voz de los Estados Unidos de América. Esos escritores contaron ya con un órgano adecuado: la revista Mundo Nuevo, financiada por la CIA, cuyo basamento ideológico está resumido en el mentado librito de Fuentes de una manera que difícilmente hubieran podido realizar la pesantez profesoral de Emir Rodríguez Monegal o el mariposeo neobarthesiano de Severo Sarduy —los otros dos críticos de la revista—. Aquella publicación, que reunió a esos hombres y además a otros muy similares a ellos, como Guillermo Cabrera Infante y Juan Goytisolo, va a ser relevada en estos días por otra que parece que contará esencialmente con el mismo equipo, más algunos añadidos: la revista Libre. La fusión de ambos títulos es suficientemente explícita: Mundo Libre.

(Todo Calibán, visto en la red)

Thursday, July 18, 2013

Rogelio Llópis Fuentes vs. Antonio Benítez Rojo

El sino de Benítez Rojo es de los que son capaces de varar a un escritor a medio camino entre los polos opuestos del paterfamilias y el hombre mundano; quizá esto se eche de ver más de la cuenta en su producción literaria. en ese afanoso y trasnochado pastichismo ejercitado sobre el estilo de Alejo Carpentier en que ha recalado por truncamiento de una aspiración satírica basada en la temática castrista y animada gracias a la influencia de Julio Cortázar.

(Testimonio de un apestado, Revista Mariel, No. 3, 1983)

Wednesday, July 17, 2013

Lorenzo García Vega vs. Lunes de Revolución

Cuando escribo Cetrería... no tengo antecedentes ni consecuentes al tipo de expresión que estoy buscando. Es decir, por el aislamiento en que hago este libro me meto en un berenjenal bendito, y la única respuesta que tengo es Antón Arrufat que escribe en Lunes de Revolución que yo soy el hombre más disparatado del mundo, que escribo unas líneas que lo mismo se pueden leer de izquierda a derecha que de derecha a izquierda, y no sé cuantas cosas más...Y es que en Lunes de Revolución hubo dos testimonios definitivos sobre mí: el de Antón Arrufat y el de Heberto Padilla, quien fue haciendo las críticas más severas que se pudieron hacer sobre cada uno de los integrantes del grupo Orígenes hasta llegar a mí y decir: bueno, ya de éste ni hablar. Todos los de mi generación estamos conscientes de que este hombre no existe. Es lo más malo que se ha podido dar en el mundo... Eso dijo Padilla, y si bien es verdad que él rectificó después aquí en la Playa albina: rectificó y se disculpó, hay cosas que la gente de Lunes de Revolución hicieron a algunos escritores que fue imperdonable, ya que en ese momento esta gente tenía el poder y entonces tú no podías siquiera contestarles. Las canalladas que escribían sobre ti no sólo podían tener consecuencias en el plano de la valoración literaria oficial sino política; o lo que es peor, podían hacerte aparecer como el idiota de la familia...

(C. A. Aguilera: La Devastación. Conversación con Lorenzo García Vega. Crítica # 93, México, junio 2002)

Tuesday, July 16, 2013

Virgilio Piñera vs. José Lezama Lima

Lezama, tras haber obtenido un instrumento de decir, se instala cómodamente en el mismo y empieza a devorar su propia conquista. Después de Enemigo rumor, era ineludible haber dejado atrás ciertas cosas que él no ha dejado; hacer un verso más con lo ya sabido y descubierto por él mismo, significaba repetirse genialmente pero repetirse al fin y al cabo. Y nosotros, claro está, en su misma tesitura. Todos nos sentíamos satisfechos porque “estábamos bien”, porque comenzábamos a “ser discretos”, porque nuestra obra entraba en una discreción que muy bien podía significar la esterilidad. Parecía por fin que la obra se iba a poner en marcha. Pero, en verdad, nada parecía, pues todos los jinetes habían desmontado. ¿Se atrevería, acaso, alguno a tomar pie de nuevo?

(Terribilia Meditans, Poeta, 1942)

Monday, July 15, 2013

Duanel Díaz vs. “Por el camino de la mar. Los cubanos”, de Guillermo Rodríguez Rivera

¿Qué tiene Por el camino de la mar. Los cubanos para merecer los elogios de Cintio Vitier, la atención de los sitios literarios cubanos y los honores de una reedición masiva? La respuesta salta a la vista a la primera lectura: el libro de Rodríguez Rivera contiene una ostensible legitimación del actual régimen cubano. Más que en la tradición de El pueblo cubano, de Ortiz, y la Indagación del choteo, de Mañach, se sitúa en la del Calibán, de Fernández Retamar, y Ese sol del mundo moral, de Vitier. Como ensayo de psicología social o de exégesis nacional, este ensayo sobre los cubanos no pasa de la medianía intelectual; como ensayo de legitimación del statu quo resulta muy superior, toda vez que, sin ser un panfleto progubernamental, su interpretación del proceso histórico cubano coincide básicamente con el discurso oficial.

(Guillermo Rodríguez Rivera por el camino del oficialismo, Encuentro de la cultura cubana, No. 39, 2006)

Friday, July 12, 2013

Enrique Piñeyro vs. “El Conde Alarcos”, de José Jacinto Milanés

Milanés aspiró tambien á la gloria de García Gutierrez, y escribió el drama intitulado El Conde Alarcos. El argumento está tomado del Romancero: Lope de Vega lo presentó en una de sus comedias más endebles, y otros varios lo pusieron despues en escena, entre ellos Guillen de Castro, siendo la de Mira de Amescua la más notable de todas. El asunto es interesante, pero demasiado horrible; hay que presentarlo con mucha habilidad para disminuir el disgusto que produce el desenlace en el alma del espectador, y ése es uno de los escollos que hicieron naufragar á Milanés; el último acto tiene momentos bellísimos, hay con frecuencia una ternura arrobadora, pero la situacion casi siempre es falsa y la impresion horrorosa. El drama en conjunto puede decirse que es un bello ensayo; está escrito con talento, con fuego, con pasion; tiene muy á menudo graves incorrecciones y está plagado de ripios; pero arranca lágrimas del más indiferente.

(Estudios y conferencias de historia y literatura, New York, 1880)

Thursday, July 11, 2013

Manuel Díaz Martínez vs. René Vázquez Díaz

Me resulta incomprensible que Vázquez Díaz, un exiliado que vibra con furia cuando condena el embargo norteamericano y que se convierte en severo censor cuando juzga al exilio isleño en Miami, no vibre con furia similar frente a los atropellos que el régimen castrista comete día a día contra nuestros paisanos, especialmente contra los que le plantan cara dentro del país. Vázquez Díaz ha llenado páginas de airada prosa contra la ley Helms-Burton, pero no se ha visto que su ira justiciera se extienda al asesinato, ordenado por Castro, de los cuatro jóvenes pilotos de Hermanos al Rescate, hecho que forzó a Clinton a firmar la citada ley. Lejos de eso, una vez más Vázquez Díaz le echa una mano a la dictadura: según él, el gobierno cubano mete en la cárcel a los disidentes «por defenderse de una ley extranjera». De modo que ya lo sabemos de una vez por todas: la culpa de que en Cuba haya presos políticos es de Estados Unidos.

(Aclaraciones y perplejidades, Encuentro de la cultura cubana, Nos. 16/17, 2000)

Wednesday, July 10, 2013

Jesús Díaz vs. Aurelio Alonso

¿Cómo es posible que hayas compartido horas y horas conmigo en LASA y que ahora me caracterices, justamente por lo que allí dije, no como alguien con quien estás en desacuerdo, sino como autor de un «libelo» escrito «para escalar posiciones»? ¿No te das cuenta acaso de la inaceptable doblez moral implícita en sostener ambas actitudes simultáneamente? ¿De la deshonestidad atroz que supone atacar a quien no puede responderte debido a la censura? Subrayo que no te estoy hablando de política, terreno en el que doy por descontadas nuestras radicales discrepancias y en el que no podrás escudarte para justificar tu actitud, ya que esas discrepancias existían también en Miami. Te estoy hablando de la falta de probidad intelectual y de la doblez moral de que has hecho gala; te estoy hablando, también, de la amistad, algo tan transparente e imprescindible como el aire, que con tu actitud has roto para siempre entre nosotros.

(Carta abierta a Aurelio Alonso, Encuentro de la cultura cubana, No. 18, 2000)

Tuesday, July 9, 2013

Enrico Mario Santí vs. Lisandro Otero (2)

Como un mal actor atrapado en situación, Lisandro Otero se justifica con argumentos caducos. Sin comprender el presente quiere cambiar su pasado. Observemos su lenguaje, que basta citar para refutar. Todavía piensa, a estas alturas, que Lezama Lima le hubiera dicho a él, Director de Cultura del régimen que lo marginaba, que anhelaba escaparse del país; alberga la ilusión de que, pese a su historial como arquitecto de la cultura represiva del castrismo, no fue colaborador sino un inocente «revolucionario que abrazó una causa»; justifica un llamado «arresto preventivo» de miles de ciudadanos desafectos del régimen como una «necesidad de paralizar la acción posible» que esas mismas personas podrían haber tomado para decidir el destino político nacional; recrea la sangrienta subversión comunista de democracias latinoamericanas, el terrorismo urbano, y la injerencia del castrismo en la vida interna de otros países, como el verter «de sangre de muchos revolucionarios». Pero sin duda su mayor fantasía es que todavía piensa que este intercambio nuestro es un debate sobre «discrepancias ideológicas». Señor Otero, se trata de algo mucho más sencillo: su falta de probidad intelectual.

(Dúplica, Encuentro de la cultura cubana, No. 18, 2000)

Monday, July 8, 2013

Ernesto Hernández Busto vs. “Cuento cubano del siglo XX”, de Jorge Fornet y Carlos Espinosa

¿Era ésta una antología de hipnotismo revolucionario? Haberlo anunciado en portada y nos habríamos ahorrado los 150 pesos. Repasadas sus últimas páginas, parece que ninguno de nuestros cuentistas haya leído a Cortázar o a Onetti. Porque, como se ha dicho muchas veces, son algunos autores de la última generación quienes proponen una ruptura en este canon viciado por el realismo. Dejando a un lado las discutibles virtudes de la llamada “narrativa de la violencia” (Heras León, Norberto Fuentes, Jesús Díaz; literatura de filiación testimonial, obsesionada por la épica, es decir, empobrecida de entrada), tenemos dos décadas (sesentas y setentas) armadas con fórmulas de taller literario, congeladas en el estilo ojeroso del didactismo. Desde Piñera y hasta los novísimos, el cuento cubano sobrevive con mala conciencia de sí mismo, incapaz de mostrar un Carver entre tantos epígonos tropicales de Hemingway. Salvemos la excepción que confirma la regla (sólo Miguel Collazo logra sacar la cabeza de ese magma de dialogismo idiosincrásico) y citemos, para alegrarnos, a un par de excluidos: Rolando Sánchez Mejías y José Manuel Prieto. El primero introduce en la ficción reciente un corte radical que afecta no sólo los modos de escritura, sino también las conexiones con la tradición. En cuanto a Prieto, es la mejor prueba de que no hace falta escribir diez libros para volverse indispensable en un canon expoliado por la crítica provinciana. Los relatos de Nunca antes habías visto el rojo (reeditado por Tusquets como El tartamudo y la rusa) nos recuerdan lo que olvidaron estos compiladores: el cuento cubano no necesita pasar por el corsé de “lo nacional” para entrar en antologías definitivas.

(Un escándalo canónico, Letras Libres, marzo 2003)

Friday, July 5, 2013

Mario Vargas Llosa vs. Alejo Carpentier

El caso de Alejo Carpentier no es el de Neruda. Sus elegantes ficciones encierran una concepción profundamente escéptica y pesimista de la historia, son bellas parábolas, de refinada erudición y artificiosa palabra, sobre la futilidad de las empresas humanas. Cuando, en los años finales, este esteta intentó escribir novelas optimistas, más en consonancia con su posición política, debió violentar algún centro vital de su fuerza creadora, herir su visión inconsciente, porque su obra se empobreció artísticamente. Pero ¿qué lección de moral política dio a sus lectores latinoamericanos este gran escritor? La de un respetuoso funcionario de la revolución que, en su cargo diplomático de París, abdicó enteramente de la facultad, no digamos de criticar, sino de pensar políticamente. Pues todo cuanto dijo, hizo o escribió en este campo, desde 1959, no fue opinar —lo que significa arriesgarse, inventar, correr el albur del acierto o el error—, sino repetir beatamente los dictados del Gobierno al que servía.

(Sables y utopías. Aguilar, Madrid, 2009)

Thursday, July 4, 2013

Belkis Cuza Malé vs. Antón Arrufat


Por otra parte, leo en Letras en Cuba, no sin dolor, sobre otro crimen; cómo el sistema tuerce y retuerce la vida de los escritores, cómo los hace añicos. Leo el discurso vergonzoso de Antón Arrufat al recibir el Premio Nacional de Literatura, bien meditado, que puede leerse como un texto doble, acusatorio, y finalmente de doblez. Bajó la testa Arrufat para dejar que le colocasen la medalla del Premio Nacional de Literatura; el compromiso idiota por el que tras 14 años de humillaciones, torturas sicológicas, abusos, marginación y menosprecio de su persona y de su obra, ha sido finalmente "exonerado'' de un miserable crimen de opinión, de una inocente obrita de teatro —Los siete contra Tebas—, de referencias anticastristas. El autor es ahora un manso anciano que se mira en el espejo para cerciorarse de que está vivo. Pero yo estoy segura de que cuando Antón Arrufat intenta mirarse en el espejo descubre que no existe, que ha muerto hace años luz para ese gobierno opresor que tiene la bota puesta sobre los cubanos. Qué vergüenza siento por ese Arrufat, tan sutilmente irónico siempre, con sus pasitos suaves, sus maneras de señorito solterón, traicionando la memoria de su amigo, el pobrecito Virgilio Piñera, al que ahora lleva y trae como flor en su ojal.

(“Quédese con mi abrazo”, El Nuevo Herald, marzo 2001)

Wednesday, July 3, 2013

José María Chacón y Calvo vs. Manuel de Zequeira

Leed una página cualquiera, leed una de esas estrofas que hacían de gozo volver el seso agua al ingenuo y cándido Dr. Romay, benemérito propagador de la vacuna entre nosotros, pero hombre de pésimo gusto, y os convenceréis de cómo todo es convencional y falso, de cómo hay palabras cadenciosas que suenan como a cascadas de perlas, párrafos rotundos, número en los versos, pero falta siempre el alma de la composición, el sentimiento, la animación, la vida.

(Ensayos de literatura cubana, Madrid, 1922)

Tuesday, July 2, 2013

Heberto Padilla vs. “Fuera del juego”, de Heberto Padilla

Pero yo no, yo empecé mi libro como hubiera podido empezar un filósofo viejísimo y enfermo del hígado con un poema que se llama “En tiempos difíciles”. Y por ahí siguen una serie de poemas. Ese libro está lleno de amargura, está lleno de pesimismo. Ese libro está escrito con lecturas, ese libro no expresa una experiencia de la vida, no interioriza la experiencia cubana. Hay que reconocerlo. Ese libro expresa un desencanto, y el que lo aprecie lo único que hace es proyectar su propio desencanto.

(Intervención en la UNEAC, Casa de las Américas, Nos. 65/66, 1971)

Monday, July 1, 2013

Antonio José Ponte vs. Amauri Gutiérrez Coto

Una caricatura de burócrata, un cambio de modas literarias y un rebuscamiento psicológico brindan licencia a Amauri Francisco Gutiérrez Coto para narrar a capricho la biografía de Lezama Lima. Y, luego de escamotear un franco caso de censura política, pretende brindarnos una historia ídilica de rehabilitación.
   “Es necesario evitar la comodidad mecánica del discurso de los marginados”, nos advierte. Lástima que la práctica de principio tan loable lo haya conducido a otra comodidad: la de pensar a medias. Pues no de otra materia está hecho ese “funcionarillo que se creyó intérprete de las políticas estéticas”, sino del miedo a llegar demasiado lejos. El miedo a razonar partea esa imagen de burócrata, buena para quien se conforma con la parte antes que con el todo y prefiere entender como accidente lo que consistió en ley.
   Desaconsejable como acercamiento a José Lezama Lima y al grupo Orígenes, el artículo de Gutiérrez Coto vale por la genealogía de la crítica que procura establecer. Ahora bien, si su autor aspira a sumarse al grupo de estudiosos que menciona (así lo hace pensar el anuncio de un libro sobre Gastón Baquero), sería recomendable que mostrara más respeto por los hechos históricos y que impusiera un mayor número de pruebas a sus tesis antes de decidirse a publicarlas.

(Contra la fábula del pequeño funcionario. Debate ante un artículo de Amauri Gutiérrez Coto, Revista Vitral, No. 68, julio-agosto, 2005)