Todos cobardes, recuérdenlo, y el
cobarde mayor es Leonardo Padura Fuentes. Al que le dieron, vaya usted a saber
por qué, por mediocre y chivato, el premio Princesa de Asturias, y allá se
subió a recogerlo con una pelota de beisbol en la mano. No, no fue con un libro
de José Martí o de Gertrudis Gómez de Avellaneda. No, fue, como el cheo que es,
con una pelota de beisbol; ojo, cuando ya el beisbol cubano no sirve ni para
sacar los perros a mear.
(La cobardía de Leonardo Padura Fuentes. Blog de la autora,
noviembre 2018)
No comments:
Post a Comment