Todavía
no nos habíamos recuperado de que Luis Manuel Pérez Boitel fuera el Premio
Nacional de Poesía Nicolás Guillén de este año cuando nos llega la confirmación
de que le han dado el Premio Amor Varadero.
¡Caballero, ¿hasta cúando?! ¡Tengan piedad y
caminen pal fondo, que en el fondo hay espacio!
Con alevosía y con reincidencia, Pérez
Boitel ha ganado ese premio por tercera vez. Y eso que fue allí, en Varadero,
donde El Benny encontró la paz.
Pero, ahora, ¿qué paz podría haber en
Varadero cuando la marea arroja por tercera vez sobre las blancas arenas al
poeta boronilla de Remedios?
Luis Manuel Pérez Boitel está que no deja
nada para nadie. Hecho un Atila arrasante, y la hierba no vuelve a crecer en
concurso al que él mande.
Ya nos lo había avisado en uno de sus
versos, que a él le parece bucólico descubrir al papirriqui que se esconde.
Tan memorable verso pertenece a un poema
escrito como si él fuera un poeta de la Generación Cero. El poema con el cual
ha ganado el Premio Amor Varadero se intitula (ya habíamos dicho que la
boronilla intitula y no titula) "Canción rusa para Delfín Prats".
Pobre
Delfín, acaba de caerle encima un chiforrober poético.
Y en Varadero han tenido que empezar a sacar
del agua a los bañistas extranjeros (no hay nacional que se respete en ella, a
menos que sea de oficio salvavidas), porque el agua tiene demasiada turbulencia
y resulta peligroso bañarse.
(Publicado
en Facebook, febrero 2020)
No comments:
Post a Comment