Total Pageviews

Friday, September 12, 2014

Matías Montes Huidobro vs. cuentos de Mayra Montero y Lourdes Tomás

No deja de ser desconcertante que un crítico de la solidez de Carlos Espinosa reúna en una misma colección cuentos de la maestría técnica de «El Winchester de Durero» o «Lo más sublime», con la simpleza estilística y la ridiculez argumental de «Dorso de diamante», que desde el título de telenovela llega a las mayores cursilerías. Sea mi lector testigo: «Mi pecho, mis pezones tensos, se arrimaron a su espalda; mi vientre, que quedaba a la altura de su trasero, sintió aquella presión eterna». Mayra Montero logra algo casi imposible de conseguir: escribir un cuento con descripciones francamente pornográficas que no llegan a excitar a nadie. No menos sorprendente es que el prologuista afirme que el lesbianismo está desarrollado con una «precisión extraordinaria», una «delicadeza» y un «temblor en la materia erótica que convierte este cuento en nada menos que una obra maestra». Sobre todo, «delicadeza»: «No le dije una palabra, primero la besé en la boca, un beso apresurado y frío, y luego le chupé los pezones» (p. 161). «Dorso de diamante», es una mala muestra del lesbianismo burgués en las letras contemporáneas, como si ser lesbiana fuera algo tan de ocasión como irse a comprar un vestido en oferta de fin de temporada. Quizás en Cuba, donde han habido grandes represiones a la sexualidad, este cuento «pegue», pero leído fuera de Cuba donde el lesbianismo en la literatura (y en la vida real) tiene ya tan largo recorrido, este episodio, tratado además de forma elemental y sin aportes estilísticos, llueve sobre mojado.
   En cuanto a la metafísica, el cuento de Lourdes Tomás cae como una pesada losa sobre el lector. Quizás exagero, pero las ambiciones del texto compiten con la Biblia, yendo al punto de partida de la creación del mundo. No niego su importancia (la de la creación del mundo) y ahí tenemos a Unamuno, y también a Borges en sus momentos más pesados y menos lúcidos. Pero Lourdes Tomás se toma demasiado en serio y no alivia la densidad del texto con algo, el humor o la ironía, por ejemplo, ante las consecuencias de tan magno evento.

(Transgresiones y transgresores, Encuentro de la cultura cubana, Nos. 28/29, 2003)

No comments:

Post a Comment