La realidad es que “la guerrita de los emails” es asunto concluido; y que concluyó con la rehabilitación del misnomer inventado por Ambrosio Fornet. Esa etiqueta ambigua traicionaba, en principio, la naturaleza misma del período que pretendía definir. Se le ha objetado inexactitud taxonómica y escamoteo del auténtico tinte de la época. Se ha dicho que el Quinquenio gris ni fue gris, ni fue quinquenio; que fue más bien un milenio rojo, la mêlée rouge. Sin embargo, en su patético amago de rectificación, la revista Casa se conforma con el matiz intermedio y con la falsa medida de tiempo. Quindicennàle grigio, ¡tan ligero, tan fino! ¿Por qué no un hueco negro por donde se fue lo mejor de la intelligentzia cubana?
En fin, he visto a Ambrosio Fornet una sola vez en mi vida, en casa de la patrona de las artes y socialité universal Uva Clavijo de Aragón. Estaba como posado en el respaldar de una silla, oteando a una variada concurrencia compuesta de esa misma intelligentzia ninguneada. Me asombró su silencio, cuando había tantas cosas que decir. Estaba allí, simplemente, como si nada pasara, como si nunca hubiera pasado nada. ¿Por qué no hablábamos de la libertad de movimiento?, sugirió un pintor siquitrillado. Una exitosa poetisa, de paso por la capital del Exilio, confesó que no veía las santas horas de regresar a La Habana. Llevaba tres meses en Madrid, en París, en New York, y ahora en Miami, última escala de su periplo. Me pareció una declaración grotesca, rayana en lo obsceno, dicha así, frente a un grupo de desterrados.
Después he comprendido que los intelectuales de la isla se han convertido en una especie de patrulla fronteriza, cuyos silencios e inconsistencias excluyen, por sí solos, la presencia de sus compatriotas. Y que Reynaldo y Ambrosio son el binomio de oro de la nueva represión humanizada: los Papito Serguera y Luis Pavón de un quinquenio feliz que podría extenderse otros mil años.
(El quinquenio feliz de Rey G, o la antorcha pasa a los transexuales. Blog Penúltimos Días, mayo 2007)
No comments:
Post a Comment