Total Pageviews

Monday, July 29, 2019

Antonio José Ponte vs. Antón Arrufat y Reinaldo Montero


Para el régimen castrista sería muy útil contar con un PEN Cuba inefectivo o dócil. Admitiéndolo lo menos no gubernamental posible, tendrían otra UNEAC mucho más explotable internacionalmente. Y, puesto que existen el presidente Arrufat y el secretario Montero, queda cerrado el paso a cualquier espontáneo inmanejable empeñado en fundar otra rama habanera de PEN.
   Lo anterior son interrogantes y pronósticos. Queda por ver qué harán Arrufat y Montero, aunque algo de ello puede vislumbrarse ya al examinar la nota de condolencias cursada por ambos.
   Enviada a una lista de direcciones desde el correo privado de Arrufat, la nota no contiene petición de ser publicada y, hasta donde sé, no se intentó publicar en ningún medio. Demos por descontado que no habría hallado beneplácito en la prensa oficial, ¿pero al menos hicieron la prueba Arrufat y Montero? Y, ya que dirigen una organización no gubernamental, ¿por qué no probaron a publicarla en la prensa independiente de la Isla o en la prensa del exilio?
   Tampoco fue publicitada en un sitio propio en la red: no hay dudas de que se trata de una carta pública bastante poco pública. A juzgar por su texto, es la carta pública bastante poco pública de una organización que, si acaso es no gubernamental, es escasamente no gubernamental.
   Arrufat y Montero no reaccionaron de inmediato a la muerte de Miguel Mejides, dejaron pasar más de una semana. Lo que parece haberlos movido a componer su carta de condolencias fue la muerte de Rafael Alcides, el silencio oficial deparado a su muerte. Puesto que los medios oficiales publicaron noticia del fallecimiento de Mejides y silenciaron el de Alcides, la ocasión se prestaba para que PEN Cuba se pronunciara contra la censura política.
   No ocurrió así, no hay en la carta de PEN Cuba referencia a lo impar de la suerte póstuma de ambos autores. A quienes alcanzaran a leer esa carta les tocaba intuir que, al juntar a Mejides y Alcides, se estaba hablando contra la discriminación del segundo. Esa condena no era explícita, sino que había que barruntarla dentro de las maneras alegóricas y submarinas tan usuales en Cuba. Los firmantes de la carta contaban con la suspicacia de sus lectores para no poner en riesgo la buena disposición de las autoridades.
   Virgilio López Lemus fue más osado cuando escribió de Alcides en una publicación oficialista: "Él tuvo el derecho de renunciar a lo que quisiera, nosotros no tenemos derecho a renunciar a él y a su hermosa obra". Su obituario, aparecido en Cubaliteraria, fue uno de los dos publicados por la prensa del régimen. El otro, aparecido días más tarde en La Jiribilla, reproducía un texto publicado por Roberto Manzano en Facebook. (Tanto Cubaliteraria como La Jiribilla son medios dirigidos al exterior, con pocos lectores dentro de la Isla.)
   Puestos a hablar del tema, Arrufat y Montero tenían la obligación de denunciar la censura practicada. Y no es que Rafael Alcides, quien renunció a su membresía de la UNEAC y rechazó el Premio Nacional de Literatura, necesitara de una mención en Granma a la hora de su muerte, sino que los lectores que lo leyeron con fervor (ese fervor con que en los años 80 vi a tantos leer Agradecido como un perro) deberían saber que ha muerto el poeta.
   Se trata principalmente de un derecho de los lectores cubanos, de un derecho a la memoria, y es sobre violaciones como esta, y aún peores, que debería incidir un PEN que funcionara dentro de Cuba.
   Si Arrufat y Montero no sintieron la obligación de pronunciarse abiertamente sobre el tema, demuestran cuán incapaces son para liderar la defensa de unos derechos gremiales que, al incluir también a los lectores, rebasan lo gremial. Pero si, sabedores de su deber, decidieron adoptar un perfil bajo, pronunciarse sibilinamente y ejercer, ahora como presidente y secretario general de una ONG, más disimulaciones que las que ya hacían cada uno por su parte, lo menos caústico que podría afirmarse de ambos es que han reunido sus esfuerzos de dramaturgos para una nueva farsa que los favorezca.

(Antón Arrufat y Reinaldo Montero por la defensa de los escritores cubanos. Diario de Cuba, julio 2018)

No comments:

Post a Comment