Como
a muchos, me ha dejado perplejo tu intempestiva, extraña, inconexa diatriba
contra alguien que acaba de morir.
Tu
premura en publicar semejante bodrio, sin dejarlo revisar siquiera por alguien
que domine el castellano, se me hace inexplicable. (O quizás no. Quizás la
clave esté en la palabra “premura”.)
Que
Carlos fue una persona excepcional lo atestigua la cantidad y la diversidad de
la gente que ha salido aquí en su defensa. En cuanto a su calidad como
escritor, creo que sus libros son y seguirán siendo sus mejores paladines.
Creo
también que un ser humano, y un escritor, del calibre de Carlos Victoria se
merece tan poco los insultos y befas que diriges a su memoria como la pobre
ortografía y la gramática contrahecha en que los enmarañas. Mala leche y peor
literatura.
Claro
que, como decía aquel lema caro al socialismo, “de cada cual según su capacidad”.
(comentario publicado en la red,
Blog Penúltimos Días, octubre 2007)
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