Tenemos lo peorcito, la raspita,
lo que canta y baila y recita y danza y escribe y pinta, reunido en un solo
lugar, en una leonera que mete miedo. Sáquenlos a la luz, paséenlos por La
Habana, sólo como experimento, sólo por probar, y ya verán. Expóngalos a la
crítica, al tomatazo limpio. ¿Qué diría el que viera pasar en fila india a
Kcho, Rosita, Sarah, Roberto, Alicia, Senel y Pedrito? Colmillos largos,
dientes picados, artritis y osteoporosis fulminante. Reuma del ojo y
arteriosclerosis del seso. Manos crispadas, pero siempre en alto, pidiendo la
palabra que nunca llega, la palabra a los intelectuales.
Pellejos cosidos al cráneo, culos que asoman por la golilla, papadas
fofas y chochos remendados. Lo peor de nosotros, lo más rastrero, lo más
grosero y lo más podrido. Un congreso de hueleculos, por fin. La UNEAC como
excusado, como cloaca donde se ha quedado lo que no se fue. ¡Y con esto
pretendemos emprender reformas! ¡Y con esto pretendemos levantar el bloqueo,
llevar adelante las conquistas de la Revolución! Lage dice estar orgulloso,
pero la gente se horrorizaría de tener delante esta canalla. ¿La conoce
siquiera? ¿La ha visto junta? ¿Sabe de lo que es capaz? Se van a un teatro, y
se reúnen tras bambalinas, eternos conspiradores. Tomaría una apatía y una
amargura de ancianos, de desahuciados, para identificarse con ellos. No son
aptos para menores. Ahí se celebra lo anti-natural, lo anti-cubano y lo
anti-joven.
Habría que ser un zombi para poder entrarle a Carilda, que va del brazo
de Hart, o a Cheché, que trae la tapa de los sesos en una bandeja. Los fieles
difuntos están más cerca de nuestros intelectuales que las putas que hacen la
cola de la olla arrocera. ¿No anda por ahí Baragaño? Reinaldo Arenas lanzó un
anatema contra toda esta basura. Pero Cintio y Fina son la pareja de novios
de Pesadilla
antes de Navidad. ¡Luisa Martínez Casado, si eres tú, habla,
materialízate! ¡Estás intacta! ¿Lista para la rectificación de errores? ¿Y
dónde están Sakuntala, Oliente Churre y Cherburgo? ¿Cómo? ¿Qué éste no es el
prólogo de El
color del verano? Lo peorcito de la media rueda. Lo que pinta,
chivatea, recita, escribe y baila. ¿Existieron rastrapanzas así en el
machadato? ¡Búsquenme uno! Muéstrenme un batistiano más mierda que Eusebio
Leal, e ingresaré voluntariamente en la Villa Marista. ¿Gastón Baquero, Otto
Meruelo? ¡Bah! Comparada a la UNEAC, Kuquine es un Vaticano. Imagínense a Olga
y Tony cantando en Boniato. ¡Et tu, Moreira! Fabelo, está bien, pero tú, coño… ¿Y
llegará el doctor Oscar Elías Biscet a extirparle el demonio a Nitza Agüero, a
amarrarle las trompas a esta colmenita?
(La colmenita. Blog Penúltimos Días, abril 2008)
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