Uva de Aragón, una vieja defensora de los restregueos “culturales” con la dictadura de los Castro, ha dicho que “en el ámbito cultural no se puede rechazar la invitación a Barnet”.
Uva habla del esbirro Miguel Barnet como si hablara de Bambi, y hay que decirle que Barnet es, antes que un intelectual, un funcionario y un esbirro de la dictadura.
¿No se puede? ¿Por qué no se puede?
Una Universidad puede, perfectamente, rechazar a un esbirro. Ya lo han hecho, ¿a cuantos intelectuales a sueldo de Pinochet o Videla invitó en su momento, la Universidad Internacional de La Florida?
A propósito, recuerdo la batalla que tuvimos que dar (junto a los profesores Reinaldo Sánchez e Isabel Castellanos) para que aceptaran en la Universidad Internacional de la Florida… ¡a Reinaldo Arenas! ¿Qué argumentaron para rechazarlo? Ah, sí, que era un derechista. Vaya, vaya, filtros ideológicos en la Universidad. ¿Lo recuerda, señora Clavijo? Pues vea que yo no lo he olvidado.
Lo cierto es que la señora Aragón y el Instituto que ella dirige en la Universidad Internacional de la Florida han demostrado una lamentable tendencia a revolcarse culturalmente con intelectuales castristas, es decir con esbirros del castrismo.
Bueno, tampoco es nada raro. Miami es una ciudad invadida de forma escandalosa por agentes castristas y el trabajo de estos agentes lo impregna todo, y este todo incluye naturalmente la política de “intercambio cultural” con la dictadura. Es lo normal.
Uva Clavijo puede traer a Barnet a Miami y comerse con él una cazuela de mofongo si eso la hace feliz. ¿A quién le importa?
Pero que no diga que “no se puede rechazar” una invitación a Miguel Barnet. Claro que se puede. Para hacerlo lo único que hace falta es tener un poco de vergüenza.
(Blog Emanaciones)
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