Un detalle importante son algunos diálogos que retan estas percepciones, y que se dan en el corazón del campo cubano durante la trama de la novela. Y de ese ejercicio de libertad pura, salen algunas luces importantes.
Las
omisiones son significativas en la narración y perspectiva de los hechos.
Omitir, por ejemplo, que el líder de los sargentos no era Batista, sino Pablo
Rodríguez durante los hechos del 4 de septiembre de 1933, que el plan político
de la Revolución del 33 fue obra de los jóvenes estudiantes universitarios del
Directorio Estudiantil Universitario (DEU) o que los decretos promulgados por
el gobierno de los 100 días encabezado por Grau San Martín fueron la base del
posterior despegue económico y social de Cuba, es lamentable.
Soslayar
la importancia de la relaciones de Batista con los comunistas, a los que este
favoreció y dio espacios, y los incluyó en la coalición que lo llevó a la
presidencia en 1940, y también de su papel, al lado del gobierno
norteamericano, para traicionar y revertir la revolución del 33, deja un vacío
informativo considerable.
En
cuanto a la figura de Grau San Martín, esta novela de Zoe Valdés omite el hecho
de que Grau salva la vida de Batista en noviembre de 1933, presentándolo como
una figura impertinente, cuando en realidad fue el artífice en el 33 y luego
del 44 al 48 de las medidas económicas y sociales, incluyendo la derogación de
la Enmienda Platt y la Ley del 50%, que hicieron florecer a Cuba.
“Pájaro
lindo de la madrugá” es el inicio de una conversación sincera entre cubanos.
Pero para que esta conversación produzca verdaderos frutos, debemos despojarnos
del caudillismo, las etiquetas y los rezagos que nos trajeron a la situación
actual.
Difiero
de la percepción de que el pueblo cubano es poco sincero y carece de
sentimientos, o que la oposición no violenta en Cuba hoy, le conviene al castrismo.
Entre
1933 y 1952, el pueblo cubano demostró ser industrioso, creativo, capaz de
hacer crecer la economía y superar barreras sociales y culturales, convirtiendo
a Cuba en una de las naciones más prósperas del hemisferio. La lucha cívica no
violenta ha dado importantes pasos en la Cuba actual, entre ellos el Proyecto
Varela. Hay que sacar a la luz la historia de quienes fueron y son sus
protagonistas. Sin entender el pasado no podremos enrumbarnos a un futuro
mejor.
Dice
la mitología griega que cuando Pandora miró al fondo de la caja, después de
haber liberado todos los males del mundo, quedaba Elpis, o el espíritu de la
esperanza. Ojalá que pronto, al mirar al fondo de nuestra desgracia nacional,
aún podamos encontrarlo.
(El ‘Pájaro lindo’ de Zoe Valdés abre la puerta a una conversación sincera sobre Cuba. El Nuevo Herald, junio 2020)
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