Hum,
la cosa empieza mal desde la primera oración: "A cualquier hora del día,
La Habana es una ciudad adorable". Ni a La Giraldilla en conversación con
el Murciélago del Edificio Bacardí se le ocurre decir una cosa así.
La periodista argentina que escribió ese
comienzo, una tal Silvina Friera, luego tiene licencia para escribir: "El
hombre de pelo largo que extiende la mano y saluda no parece un señor de casi
70 años".
Es un tal Abel Prieto ese hombre del que
habla. El de la barba en la nuca, el barbudo que camina de espaldas. Y para
empeorar las cosas, él y la periodista se encuentran en un homenaje a Mario
Benedetti en Casa de las Américas.
Mario Benedetti, aquel hombre al que siempre
parecía estarle lloviendo encima.
Casa
de las Américas, ese edificio por Malecón que es como un cuartel con ínfulas
góticas.
Abel Prieto ha sustituido allí a Roberto
Fernández Retamar o, para ir directo al origen, a Haydée Santamaría. Director y
periodista, entrevistado y entrevistadora, hablan del continente, de
descolonización, del neoliberalismo y de la vuelta redentora de Cristina, la
madre de la pacienta, a la Casa Rosada. Señal auspiciosa que inyecta a Prieto
un énfasis retórico que lo hace alzar la mano con que la saludaba, dibujar un
gesto de recitador en matutino de pioneros, y exclamar: "La Argentina es
un reservorio excepcional de una memoria asociada a la emancipación".
¡Aúpa! Fernández & Fernández, que no es
ferretería, han derrotado al macrismo y sale un sol de justicia por todo el
continente y vuela el gato.
Me temo que a Abel Prieto, parezca o no
tener la edad que tiene, no le queda bien el safari dejado por Fernández
Retamar, Roberto para sus alumnos y admiradores. El safari de Roberto le queda grande
porque lo suyo es un latinoamericanismo de chiste, América Latina vista por el
cosmógrafo Enrique Núñez Rodríguez, que fue su verdadero tutor intelectual.
Habla Abel Prieto de emancipación y agrega:
"Y ahí está alguien como Borges, que era supuestamente un hombre de
derecha y tenía manifestaciones un poquito burlonas en torno a la política,
pero la obra de Borges es parte de esa acumulación cultural emancipadora".
Este tipo no parece tener 70 años ni tener
idea de lo que es derecha, Borges, burla y política. Y la pregunta cuando uno
oye esto es: ¿y qué han hecho con el Cortázar que tenían amarrado a la entrada?
Es sabido que en La Habana hay tremendo
desabastecimiento, largas colas para la gasolina y broncas de quepingatú para
alcanzar desodorante, pero tiene que estar muy mala la cosa en el cuartel
gótico de Casa de las Américas para que estén tocando madrina en Borges.
Cierto que Roberto Fernández Retamar le
perreó al ciego toda una tarde para lograr editarlo y habrán creído a Borges
emplantillado allí lo mismo que el Benedetti homenajeado, pero uno no se
explica qué pasó con Cortázar, a quien Frau Haydée pusiera a parir a propósito
del Caso Padilla y quien le mandó a Frau Haydée una fusta dentro de un sobre de
carta que decía únicamente esta frase: "Pégame duro, que me lo
merezco".
En el sobre iba esta dirección postal:
"Mi Caimancito", y esta destinataria: "Santamaría
Dominatrix".
Pero ven acá, gato que vuela, qué fue lo que
pasó con Cortázar y con Walsh y con tanto emancipador argentino como hubo para
que quien termine acompañando a Fernández & Fernández sea Borges y no uno
de ellos. Caballeros, qué jodida tiene que estar la cola del jabón del
anticolonialismo para que Borges sea ascendido a general, como esos ancestros
militares que él poetizara.
Faltan insumos tanto en Buenos Aires como en
La Habana, donde no han encontrado opción mejor para dirigir Casa de las
Américas que este setentón que balbucea acerca de las inclinaciones políticas
de Borges, como perdonándolo. ¡Agárralo, Haydée, con tu fusta!
Hacia el final de su entrevista, dice
Prieto: "Aquí hay un gran laboratorio de ideas que está vivo".
Sí, tabién, ya te lo creo. Gozan de una
economía tan boyante que tienen que vivir de las remesas que Borges les manda
desde afuera.
Como prueba de ese gran laboratorio de ideas
vivísimas y coleantes, léase esta inédita ocurrencia del autor de "Los
bitongos y los guapos": "Tal vez Trump nos bombardee algún día;
conociéndolo un poco, no debería sorprendernos…"
La entrevista la publicó en Buenos Aires
"Página 12" y en La Habana la reproduce hoy "Cubadebate".
No sé si quienes leen estas líneas han visto
a un puerco rascarse contra el marco de una puerta, pero cuando Abel Prieto
ruega por un bombardeo este es el caso exacto. Y perdonen ustedes tan rebuscado
símil, pero mi laboratorio de ideas a veces no está tan vivo como yo quisiera.
(Publicado
en Facebook, febrero 2020)
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