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Monday, June 1, 2020

Fermín Gabor vs. el Abel Prieto borgeano


Hum, la cosa empieza mal desde la primera oración: "A cualquier hora del día, La Habana es una ciudad adorable". Ni a La Giraldilla en conversación con el Murciélago del Edificio Bacardí se le ocurre decir una cosa así.
   La periodista argentina que escribió ese comienzo, una tal Silvina Friera, luego tiene licencia para escribir: "El hombre de pelo largo que extiende la mano y saluda no parece un señor de casi 70 años".
   Es un tal Abel Prieto ese hombre del que habla. El de la barba en la nuca, el barbudo que camina de espaldas. Y para empeorar las cosas, él y la periodista se encuentran en un homenaje a Mario Benedetti en Casa de las Américas.
   Mario Benedetti, aquel hombre al que siempre parecía estarle lloviendo encima.
   Casa de las Américas, ese edificio por Malecón que es como un cuartel con ínfulas góticas.
   Abel Prieto ha sustituido allí a Roberto Fernández Retamar o, para ir directo al origen, a Haydée Santamaría. Director y periodista, entrevistado y entrevistadora, hablan del continente, de descolonización, del neoliberalismo y de la vuelta redentora de Cristina, la madre de la pacienta, a la Casa Rosada. Señal auspiciosa que inyecta a Prieto un énfasis retórico que lo hace alzar la mano con que la saludaba, dibujar un gesto de recitador en matutino de pioneros, y exclamar: "La Argentina es un reservorio excepcional de una memoria asociada a la emancipación".
   ¡Aúpa! Fernández & Fernández, que no es ferretería, han derrotado al macrismo y sale un sol de justicia por todo el continente y vuela el gato.
   Me temo que a Abel Prieto, parezca o no tener la edad que tiene, no le queda bien el safari dejado por Fernández Retamar, Roberto para sus alumnos y admiradores. El safari de Roberto le queda grande porque lo suyo es un latinoamericanismo de chiste, América Latina vista por el cosmógrafo Enrique Núñez Rodríguez, que fue su verdadero tutor intelectual.
   Habla Abel Prieto de emancipación y agrega: "Y ahí está alguien como Borges, que era supuestamente un hombre de derecha y tenía manifestaciones un poquito burlonas en torno a la política, pero la obra de Borges es parte de esa acumulación cultural emancipadora".
   Este tipo no parece tener 70 años ni tener idea de lo que es derecha, Borges, burla y política. Y la pregunta cuando uno oye esto es: ¿y qué han hecho con el Cortázar que tenían amarrado a la entrada?
   Es sabido que en La Habana hay tremendo desabastecimiento, largas colas para la gasolina y broncas de quepingatú para alcanzar desodorante, pero tiene que estar muy mala la cosa en el cuartel gótico de Casa de las Américas para que estén tocando madrina en Borges.
   Cierto que Roberto Fernández Retamar le perreó al ciego toda una tarde para lograr editarlo y habrán creído a Borges emplantillado allí lo mismo que el Benedetti homenajeado, pero uno no se explica qué pasó con Cortázar, a quien Frau Haydée pusiera a parir a propósito del Caso Padilla y quien le mandó a Frau Haydée una fusta dentro de un sobre de carta que decía únicamente esta frase: "Pégame duro, que me lo merezco".
   En el sobre iba esta dirección postal: "Mi Caimancito", y esta destinataria: "Santamaría Dominatrix".
   Pero ven acá, gato que vuela, qué fue lo que pasó con Cortázar y con Walsh y con tanto emancipador argentino como hubo para que quien termine acompañando a Fernández & Fernández sea Borges y no uno de ellos. Caballeros, qué jodida tiene que estar la cola del jabón del anticolonialismo para que Borges sea ascendido a general, como esos ancestros militares que él poetizara.
   Faltan insumos tanto en Buenos Aires como en La Habana, donde no han encontrado opción mejor para dirigir Casa de las Américas que este setentón que balbucea acerca de las inclinaciones políticas de Borges, como perdonándolo. ¡Agárralo, Haydée, con tu fusta!
   Hacia el final de su entrevista, dice Prieto: "Aquí hay un gran laboratorio de ideas que está vivo".
   Sí, tabién, ya te lo creo. Gozan de una economía tan boyante que tienen que vivir de las remesas que Borges les manda desde afuera.
   Como prueba de ese gran laboratorio de ideas vivísimas y coleantes, léase esta inédita ocurrencia del autor de "Los bitongos y los guapos": "Tal vez Trump nos bombardee algún día; conociéndolo un poco, no debería sorprendernos…"
   La entrevista la publicó en Buenos Aires "Página 12" y en La Habana la reproduce hoy "Cubadebate".
   No sé si quienes leen estas líneas han visto a un puerco rascarse contra el marco de una puerta, pero cuando Abel Prieto ruega por un bombardeo este es el caso exacto. Y perdonen ustedes tan rebuscado símil, pero mi laboratorio de ideas a veces no está tan vivo como yo quisiera.

(Publicado en Facebook, febrero 2020)

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