Hay seres humanos que se orillan a lo mas bajo y ruin de su condición de hombres. A esa pertenece el sargento literario Roberto Fernandez Retamar.
Este poeta, ensayista y escritor cubano pasó por encima de cabezas y pensamientos libres para convertirse en el funcionario de dedo, designado por el régimen de La Habana, para batir intelectuales rebeldes a la causa castrista en Cuba.
En los sesenta y setenta firmó cuanta carta amonestadora el caudillo le asignó a su lista de deberes para con la “revolución cultural” que el castrismo se asignó en America. No hubo nombre que se salvara de su pluma de sargento. Ni comunistas como Pablo Neruda, a quien redactó una carta a la que después dedicó una búsqueda desesperada de firmas en el mundo literario de Cuba, ni Vargas LLosa, ni Jorge Luis Borges, ni el muy cuidadoso Cortazar. El sargento Retamar estaba siempre bien atento a las indicaciones de Castro.
(...)
Curiosamente, este señor no dejó de rondar a los grandes escritores a los que denunció como un acto de contrición bovina, y como un verdadero reconocimiento a su hipocresía y sumisión ante el tirano. Entrevistó delicadamente a Borges, participó como un jurado en un concurso con el nombre de Pablo Neruda en Chile y, evidentemente, ahora quiere hacerse el gracioso con Vargas LLosa, cuando declara su aspiración por un Premio Nobel para la Cuba de Castro.
¿Es que esta pensando en sí mismo como Premio Nobel? Dios nos ampare si este engendro literario multicabeza invade Oslo, comenzará haciendo cartas y firmando como todo muy servil sargento a los que le aparezcan en la mirilla a los Castro.
Ironías de la vida. Todos aquellos a los que trató de condenar con su venenosa firma, hoy gozan de mejor vida literaria, mejor memoria histórica y mayor reconocimiento a su persona y a sus libros. ¿Donde quedará el señor Retamar entonces?
Escondido en cualquier rincón de la casa intelectual cubana, sin premios que reclamar, sin memoria que recordar, sin nombre. Un simple sargento segundón literario, eso es lo que es.
(El sargento literario Retamar. Blog Cuba Open, diciembre 2010)
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