Luego de esos años 90 muy duros (no sólo
para ti, por cierto), en los que oficios como el de editor y otros relacionados
con el libro eran una verdadera rareza incluso en la capital, vino
otra etapa en la que no sólo has podido trabajar como editor de ediciones
Ávila, sino que has publicado, en esa misma editorial, entre el 2000 y el 2005, 3 libros tuyos y otras 3
antologías de autores avileños preparadas y anotadas por ti, empezando por
aquellos Arribos de luz que
siempre mencionas y que fue la primera carta de presentación de muchísimos
autores avileños que son cada vez más conocidos en toda Cuba. Pero has
publicado además otros 3 títulos, en editoriales de Pinar del Río, Vila Clara y
Guantánamo y, lo que es aun más importante, has podido expresar y publicar las
más duras opiniones sobre este sistema que, sin bien imperfecto aun, ha hecho
posible que, y cito aquí tus propias palabras en La Jiribilla, por primera vez las comunidades de
autores de las distintas provincias tengan la posibilidad de existir realmente,
es decir, de ver impresa, palpable, su obra.
Pero hay
más. Como resultado de
la proyección que ha dado a tu obra la publicación de estos libros, la
Editorial Letras Cubanas acaba de publicar tu volumen de poemas El
extraño caso del niño que dormía sobre un lobo, con lo que se cumple
la trayectoria natural de un autor radicado en provincias que, a partir de las
Ediciones Territoriales, se ha hecho visible para una de las editoriales
cubanas de mayor jerarquía.
Mientras
tanto, y a la par de que tus libros han ido publicándose, has tenido una gran
participación, por ejemplo, en la organización del programa literario de la
Feria del Libro en Ciego, evento para el cual propones invitados,
conferencistas, libros a presentar, etc. Además de eso, asumes, también durante
la Feria, un grupo de presentaciones de libros que tu condición de trabajador
de la editorial no te impide cobrar. Trabajas como editor de la revista
Videncia y mantienes, junto con Ileana, la revista digital de
poesía Árbol Invertido. ¿No
te parece un poco extraña esta manera de quedar inofensivamente al
margen?
Y ya que estamos hablando de cobros, aprovecho
para recordarte que has cobrado, desde el 2000 hasta la fecha, por
concepto de derecho de autor, la cifra de 53 786 pesos, contando lo que
cobrarás por la publicación de Letras Cubanas y sin contar tu salario como editor ni lo
que has cobrado en
eventos y ferias de otras provincias, eso ya sin vender tapitas de
litro de leche puerta por puerta, ni cambiar ropa vieja por libras de arroz en
las arroceras del fin del mundo, como dices te ocurrió en los ´90. En esa misma etapa
Ileana, tu compañera, que trabaja como editora de Ediciones Ávila,
publicó 5 títulos: 4 en la editorial donde labora y 1 en Sed de belleza, y ha
ganado del 2000 a la fecha, por concepto de derecho de autor, la cifra de 38
394 pesos. Tampoco cuento aquí lo cobrado por ella en otras provincias.
Ya con
respecto a la atención que has recibido por parte de las instituciones
provinciales y nacionales, olvidas que tus reclamos, y los de los
principales autores avileños, han sido atendidos directamente por el ICL, y que
no ha faltado la crítica pública a los compañeros que allí han cometido errores
en esa atención. En todos los casos hemos discutido los problemas directamente
con ustedes. Así lo hicimos cuando consideramos excesiva la cifra de libros tuyos
y de otros compañeros, incluida Ileana, en el catálogo de Ávila, y cuando se
tomó la decisión incorrecta de suspender las mensualidades de Árbol invertido. En el primer caso, la
discusión fue presidida por Iroel, y en el segundo fuimos hasta Ciego Rubén del
Valle, Alex Pausides (por la UNEAC) y yo, y dejamos subsanado el
error. Dimos en aquel momento indicaciones muy claras de que se retomara
la revista y, pese a que se restauró el pago con carácter retroactivo,
demoramos varios meses en volver a verla.
(Fragmento de correo circulado en las redes,
febrero 2007)
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