Ah, pero por estos días, triste
repetición de un hecho trágico, otro jurado de un premio literario importante
decide declararlo desierto y la ciudad letrada en pleno (específicamente los
narradores) anda en crisis estética por esa noticia, que pocos asumen con
normalidad. El importante Premio de Cuentos Alejo Carpentier fue declarado
desierto por los críticos Alberto Ajón, Víctor Malagón y Jorge Ángel Hernández
Pérez (HP), quienes advierten que no había un solo libro de entre 25 que
poseyera suficiente calidad literaria para alzarse con el monto de 3 000 CUC y
una publicación distinguida.
Pero como si no bastara con semejante
noticia, uno de ellos, Jorge Ángel Hernández Pérez (HP), ha publicado sus
fundamentaciones en la revista virtual La
Jiribilla: La nada y el premio
literario, con el ánimo de remover un poco más el triste espacio por donde
andan mal parados 25 escritores de cuentos que enviaron sus obras bajo
seudónimo.
Pareciera como si un verdugo echara sal en
la herida de su oponente amarrado en el cadalso, y no es justo. Con el paso de
los días he ido conociendo a varios de los participantes, escritores de probada
calidad, cuyos nombres no voy a mencionar, de quienes dudo mucho, por su
experiencia y talento demostrado, que no pudieran prestigiar con sus obras
dicho premio literario.
En nombre de los 25 concursantes de ese
premio, como Presidente de la Sección de Narrativa de la Unión de Escritores
(UNEAC), responsabilidad por la que fui elegido en voto secreto y democrático
para estos menesteres, y en el mío propio, debo responder a HP.
¿Acaso no podría ser yo quien estuviera
equivocado por no considerar el pleno derecho de tres críticos a declarar un
premio desierto?, ¿y si fuera una rotunda verdad que ninguna de las obras
presentadas poseía suficiente rigor literario para ser premiada?, ¿cómo saberlo
si las desconozco y fueron ellos quienes gozaron de esa elemental ventaja?,
¿cómo no hacer el ridículo?,¿cómo responderle al crítico Jorge Ángel Hernández
Pérez (HP) sobre su categórica afirmación de que entre 25 autores cubanos no
había calidad literaria para premiar un libro?, ¿cómo no parecer un escritor
resentido ante el extraordinario regocijo del colega HP, por haber sido jurado
de un premio importante que dejó desierto, dicho persona a persona (nos
consta), o gritado a cuatro vientos como si estuviera de fiesta?, también nos
consta.
Apelaré al único recurso que encuentro
razonable en este caso. No tengo otro remedio. Saldré del sobre lacrado y de mi
seudónimo para confesar que fui uno de los 25 participantes en el Premio Alejo
Carpentier de cuentos de este año. Concursé con un manuscrito llamado El pianista del cine mudo, al que
considero, sin que me tiemble un músculo, de probada calidad para obtener ese
premio.
(...)
Espero que con semejante evidencia de mi
relación con el ojo crítico, mi amigo HP advierta que declarar desierto un
premio tan importante como el Alejo Carpentier de cuentos, haya sido un grave
error (tal vez el más grande de su vida), y una grave irresponsabilidad del
jurado y de la institución encargada de asegurarse la requerida seriedad que
significa un acto tan desacreditador de escritores cubanos como este, y no la
carencia absoluta de calidades literarias en los participantes en dicho
concurso.
(Sobre un premio desierto y otras variaciones. La Jiribilla, julio
2017)
No comments:
Post a Comment