Thursday, December 11, 2014

Jorge Mañach sobre “La roca de Patmos”, de Alberto Lamar Schweyer

Parecía inevitable que Alberto Lamar Schweyer nos diera algún día una novela. Toda su obra literaria llevaba ese rumbo. Se inició con ensayos de crítica y continuó con ensayos de sociología. Pero su crítica era más descriptiva que discernidora, y su sociología abundaba más en las intuiciones del novelista (y en sus imaginaciones) que en los análisis cabales y rigurosos del crítico social. El desborde de malicia imaginativa y verbal que todos le conocemos, la vocación periodística a que ha acabado de entregarse y hasta las tentaciones diplomáticas que le han rondado, eran también señales inequívocas de un gesto novelesco en él, de una codicia de las concreciones vitales, más bien que de las abstracciones intelectuales. Tras el reporter un poco apresurado y embrollado de las teorías, se veía venir a este reporter de vida. Y al fin apareció aquello. Porque, en efecto, esta breve novela de 200 páginas es una pequeña orgía de sociedad en el sentido minúsculo y croniquil, pero al través de la cual se quiere ver también el estremecimiento final, la agonía de liquidación, de la sociedad más grande que es Cuba toda, y de la aun mayor que es el régimen burgués. (…) Pero ni la novela de Lamar es obscena, ni toda inmoralidad consiste en descripciones escabrosas. La única inmoralidad que literariamente nos interesa es la verdadera; la de una actitud carente de ilusión y de criterio valorador frente a la vida, la de una actitud sin moral en el sentido casi militar de la palabra. En este sentido sí creo que La roca de Patmos es una novela tristemente inmoral. Es en efecto, la novela del derrotismo cubano.

(Citado por Adis Barrio en su prólogo a La roca de Patmos, Letras Cubanas, 2010)

No comments:

Post a Comment