Leonardo Padura ha hecho declaraciones curiosas a propósito de su nueva novela, titulada “Herejes”. “No soy un hereje porque no he desertado en lo esencial de ninguna fe, más bien no he participado en ninguna fe, ni religiosa ni política”, afirma. “Me considero un heterodoxo —insiste—, uno paga un precio por esa libertad, esa heterodoxia”. Tal vez el escritor exagere un poco, teniendo en cuenta su biografía. Por ejemplo, Padura trabajó en El Caimán Barbudo (entre 1980 y 1983, es decir, en un período de grandes presiones políticas), fue periodista de Juventud Rebelde (entre 1983 y1989), y ha sido Jefe de Redacción de La Gaceta de Cuba (en otro periodo tristemente célebre: 1989-1995). Algunos de los “precios” pagados por Padura: Primera Mención Concurso Latinoamericano de Periodismo José Martí (1988), convocado por Prensa Latina; Premios de Crítica Literaria en las ediciones de 1985 y 1988 del Concurso “26 de Julio”, de la Unión de Periodistas de Cuba; Premio en Artículo del Concurso “Mirta Aguirre”, del Ministerio de Cultura en 1985, entre muchos otros. En 1993, recibión Premio Nacional de Novela “Cirilo Villaverde”, de la UNEAC, por la obra Vientos de Cuaresma. También fue condecorado con la Distinción por la Cultura Nacional y la medalla Raúl Gómez García. Recibió en el 2005 el Nacional de Periodismo Cultural “José A. Fernández Castro” y el de la Crítica Literaria (2011). El año pasado ganó el Premio Nacional de Literatura. Desde luego, el escritor y periodista Leonardo Padura no es un hereje. Pero es posible que tampoco encaje muy bien en la figura del “heterodoxo”.
(Blog Penúltimos Días, septiembre 2013)
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